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El sistema de franquicias en Argentina ya está totalmente profesionalizado y es uno de los sistemas más convenientes y seguros, sea para expandir un concepto de negocio, seapara acceder al negocio propio con una inversión conservadora.
En nuestro país, la gran mayoría de las franquicias es netamente argentina. De esa cantidad, 42% está monopolizado por el rubro Gastronomía. Pero el segundo y tercer puestos del podio lo ocupan Negocios especializados y Servicios.
El crecimiento de las franquicias en un contexto de crisis parece una contradicción. Pero la falta de opciones de inversión es un estímulo para el franchising. ¿Ahora bien, de qué se trata esta modalidad?
La franquicia es un tipo de contrato en el que una empresa, la franquiciadora, cede a otra la llamada franquiciada, el derecho a la comercialización de ciertos productos o servicios dentro de un ámbito geográfico determinado y bajo ciertas condiciones. Esto, a cambio de una compensación económica.
La verdad es que un beneficio inherente a este tipo de negocios es sin duda el reconocimiento de marca, puesto que el cliente ya está habituado a los servicios o productos de la misma en otros establecimientos. Esto genera que el empresario en cierta forma pueda ahorrarse parte importante de inversión de tiempo y dinero en publicidad, marketing y sin dudas en posicionamiento.
El franchising se postula como refugio para pequeños o medianos inversores, como alternativa de “autoempleo” o incluso como complemento en negocios ya instalados. Proyectando en este 2023,se considera la creación de unos 19.200 nuevos empleos directos, lo que permite estimar que el sistema cuenta con unas 232.800 personas empleadas. Las franquicias no garantizan el éxito, pero sí disminuyen el riesgo de inversión. Emprender de la mano de una marca ya desarrollada y exitosa es un aporte muy valioso del sistema de franquicias.
El valor de la marca se refleja en el desempeño del franquiciado y genera el valor esperado por el franquiciador. Coincidentes opiniones de expertos e investigadores afirman que la franquicia es la mayor garantía de éxito en los negocios ante contextos de incertidumbre, ya que facilita el crecimiento y reduce costos, sin disminuir la calidad y control del producto o servicio. En el universo de las franquicias hay dos marcas que sobresalen por su exponencial crecimiento. Una es Rapipago, cuyo formato (cobro de facturas y servicios, sobre todo) permite acoplarse a otros negocios ya instalados, como kioscos, casas de lotería y drugstores. La otra es Grido, la cadena de heladerías low cost cordobesa, que tiene casi 2.000 puntos de venta en el país y el exterior. El rubro fast food también está convulsionado. La cadena líder, McDonald’s, contabiliza hoy 222 locales en el país, entre propios y franquiciados.
Centrándonos de manera específica en la importancia de la marca en las franquicias, resaltamos que, si la fortaleza de una marca es altamente estimada por el nivel de posicionamiento conseguido por su gestión, ésta influye en el proceso de decisión de los inversores, quienes intervienen en la comercialización de ésta.
Se vuelven importantes aspectos como la trayectoria de la marca, la disponibilidad de información clara y precisa, la posibilidad de conversar con otros franquiciados para conocer sus experiencias y el apoyo brindado por el franquiciante para transferir su know how operativo en forma de capacitación inicial y permanente. Las marcas, proporcionan, en conclusión, con una buena rentabilidad y una rápida recuperación del capital; abriendo las puertas a inversores y emprendedores para un desarrollo mutuo.
Una marca fuerte facilita el reconocimiento y reputación en la comercialización en mercados nacionales e internacionales.
(*) Agente de la propiedad industrial
(**) Abogada
