Cooperación y Estado presentes para enfrentar los desafíos que se vienen
La Secretaría de Extensión y Desarrollo de la Universidad Nacional de Río Cuarto realizó ayer una charla para dar el empujón final a la convocatoria de crédito para emprendedores a tasa cero que cierra el 30 de noviembre próximo. El programa se llama ‘Capital Semilla’ y lo impulsa la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa y Desarrollo Regional de la Nación (Sepyme) para promover el emprendedorismo como alternativa económica y laboral, garantizando la accesibilidad al crédito para sostener procesos productivos.
De esta manera se sumó la ejecución de esta línea de financiamiento proveniente de Nación, con 2 millones de pesos, para los actores de la economía social en Córdoba. Comercio y Justicia consultó a especialistas en el tema para reconocer los avances y nuevos desafíos que deberán asumir los distintos actores involucrados en el desarrollo del tercer sector, para aprovechar al máximo el escenario macroeconómico actual.
Desarrollo social: política de Estado
La economía social, asentada principalmente en organizaciones cooperativas, aporta hoy 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de nuestro país, con 300 mil puestos de trabajo directo.
Según cifras oficiales correspondientes al último año, desde 2003 se han entregado en Argentina más de 87 mil microcréditos, por medio de los cuales pudieron conformarse unas 4.500 cooperativas y 600 mil emprendedores se sumaron a la Economía Social.
En Córdoba, el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación desembolsó más de 450 millones de pesos hasta septiembre de 2009 para alentar el fortalecimiento de actores de la economía social, incrementando en 75 por ciento la ejecución presupuestaria prevista para el sector.
Las cifras revelan que desde 2003 a esta parte las políticas orientadas al desarrollo de la economía social crecieron en desembolsos de recursos pero también en la aplicación de los programas de financiamiento.
Nuevo desafío: la sostenibilidad
Consultado sobre este tema, el titular de la cátedra de Economía Social de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Adolfo Buffa, indicó que en la actualidad estos programas están modificando su dirección, orientando los esfuerzos a la sostenibilidad de los emprendimientos. “La Nación está cambiando la dirección de las políticas, colocando el esfuerzo en el ‘trabajo’ más que en la construcción de nuevas asociaciones”, señaló Buffa.
En esa línea, el economista dijo que si bien el fenómeno de desarrollo de la economía social surgió en un contexto de crisis, hoy el desafío está en sostener los procesos. Según Buffa, “en etapas de crecimiento gana importancia la política pública” y señaló que en 2007 comenzaron a aplicarse programas con la idea de garantizar el sostenimiento de los emprendimientos.
De hecho, los programas de créditos a tasa cero van siempre acompañados de instancias de capacitación para los emprendedores, que de esta manera adquieren herramientas metodológicas para sostener sus proyectos y cumplir con la devolución exigida en este tipo de programas.
A este respecto, el licenciado en Administración Gabriel Suárez, responsable del Centro de Referencia local dependiente del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y facilitador en el otorgamiento de este tipo de créditos a organizaciones sociales cordobesas, reveló que actualmente la tasa de morosidad es bajísima. “Esto puede leerse como un indicador importante; significa que los emprendedores tienen capacidad de pago al poco tiempo de iniciar su proyecto”, agregó Suárez.
Por su parte, el titular de Economía Social de la UNC señaló que no basta con la provisión de herramientas técnicas para garantizar la sostenibilidad y en ese sentido remarcó la necesidad de recuperar la cooperación como sustento de las prácticas económicas de los actores.
Buffa advirtió que la figura cooperativa predomina como opción para encarar estructuras asociativas productivas solidarias. “El sostenimiento depende mucho del espíritu cooperativo de las organizaciones”, afirmó el economista, y recordó que el cooperativismo “trasciende la iniciativa individual de los actores” y requiere políticas públicas sostenidas en el tiempo. En la misma línea, Suárez indicó que en el caso de los microcréditos, el otorgamiento nunca es individual sino que apunta a fortalecer proyectos colectivos, asentados en la vida comunitaria de los sujetos que los suscriben.
En resumen, los análisis coinciden en la necesidad de sostener los avances en la aplicación de las políticas que alientan el tercer sector, fortaleciendo la lógica de un Estado presente. La cátedra de Economía Social de la Facultad de Ciencias Económicas, que lidera Buffa, anticipó que el análisis de correlación de variables, como crecimiento del PIB y ejecución de partidas presupuestarias destinadas a políticas públicas de desarrollo económico social, ofrece en principio saldo positivo.
El economista advirtió, sin embargo, que en políticas aplicadas a nivel provincial Córdoba corre en desventaja respecto a otros distritos como Buenos Aires y Santiago del Estero. “Los programas en Córdoba están demasiado atravesados por las lógicas del mercado”, concluyó Buffa.