La Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales de las Provincias Argentinas (Jufejus) organizó el 8º Congreso de Justicia y Tecnología, que tuvo expositores de los más variados, desde lo tecnológico-deportivo, con Fabricio Oberto, y mediático, con Mario Pergolini.
En el eje tecnológico la ciberseguridad fue el tema de cabecera, con claros fundamentos después de los ataques que experimentaron los poderes judiciales de Córdoba y Corrientes. Muchos de los expositores integraban empresas de tecnología y ciberseguridad, en cuyas presentaciones propusieron sus productos. Se destacó como mensaje general que en la ciberseguridad existen dos grupos de organizaciones: a) las que sufrieron un ataque; y b) las que van a sufrir pronto un ataque, pudiendo frecuentar una y otra vez una misma organización ambos grupos.
La reflexión que marcó cierta diferencia fue la del director de Informática del Chaco, ingeniero Daniel Chapo, quien hizo mucho hincapié en que estaba perfecto implementar cuanta herramienta protectoria fuere posible, y destacó que es complicado para un poder judicial entender la necesidad de incrementar constantemente el presupuesto en ciberseguridad, ambiente muy extraño a los jueces; para luego sostener que inclusive aquellas organizaciones económicamente poderosas también son atacadas, por lo que la principal protección estará en la educación y capacitación constante del personal de cada organización, el cual debe entender el valor de la información que administra diariamente, aunque lo realice todos los días, ya que, por más que sea una constante en su trabajo, la información no deja de ser crítica. Otro elemento planteado fue la constante prueba de que los estándares de seguridad están activos, para lo que es esencial evaluar aleatoriamente al personal en sus capacidades de discernimiento respecto de las comunicaciones que recibe y alertarlo sobre los riesgos de abrir, activar y contestar mensajes que no deberían haber recibido.
Fabricio Oberto expuso de manera remota. Destacó la necesidad de formar equipos de trabajo. Referenció constantemente a los equipos de básquet en los que intervino, especialmente en el seleccionado nacional, y contó sus experiencias de trabajar sobre los fracasos para lograr una mejora continua. También, en la necesidad de desactivar los egos para potenciar el equipo, tarea muy complicada en las elites deportivas y, por qué no, jurisdiccionales. Sostuvo que quienes llegan al máximo escalafón posible, llámese selección nacional o Superior Tribunal de Justicia, traen con ellos logros, experiencias personales, trayectoria que, si pretenden imponer, no lograrán su objetivo, pero si buscan potenciarlas junto con las de los demás miembros, seguramente serán muy exitosos. La clave está en alegrarse por el triunfo del otro y alentar ante la caída de cualquiera del equipo, sin buscar el culpable, sostuvo; y concluyó que cuando uno apunta con el dedo al otro, hay tres dedos más que lo apuntan a uno, por lo que es esencial analizar primero qué hizo o dejó de hacer uno, antes de cargar contra el compañero.
Mario Pergolini, con su gran dominio de la escena, contó que tenía preparada una charla orientada a los avances tecnológicos en la Justicia pero que prefirió cambiarla por los avances de la tecnología en general para preguntar cómo se prepara la Justicia para resolver sus futuros conflictos. Ilustró sus dichos con videos y gráficos que hicieron temblar a todos los presentes cuando mostró la generación de rostros falsos aunque superrealistas, personas creadas por la computadora aunque parezcan más humanas que cualquiera de los asistentes. También orientó su charla a los estudios de las audiencias, a qué escuchan los jóvenes, quiénes son los oyentes de las radios, quiénes ven televisión, para dejar la inquietud de si los poderes judiciales están eligiendo bien los medios de comunicación para estar cerca de la gente.
El 8º Congreso de Justicia y Tecnología fue muy nutritivo para todos los asistentes, principalmente desde lo humano, al estar suspendidos por la pandemia; al mostrar las herramientas existentes para proteger los activos de las organizaciones y para trabajar en la Justicia del futuro.
* Abogado, especialista en derecho informático