Por Carlos Restaino
Desde hace varios meses los supermercados y otras superficies multiproducto reciben más autorizaciones para importar, lo cual genera un fuerte impacto negativo en las jugueterías tradicionales y pone en riesgo el desarrollo del comercio minorista y de los comercios “uniproducto”.
El mercado local del juguete está compuesto por mercadería local e importada. Históricamente, las ventas se dividieron entre 40% de productos nacionales y 60% de juguetes importados. Si bien en los últimos cinco años ha caído el porcentaje de juguetes que ingresan al país, éstos siguen siendo la mayor parte del mercado.
Paralelamente, de un tiempo a esta parte, la importación de juguetes comenzó a ser regulada por medio de las conocidas como DJAI se habilita un determinado volumen de ingresos.
El gran problema que enfrentan actualmente las jugueterías es que la mayor parte de esas autorizaciones se la están otorgando a las grandes superficies -tiendas y supermercados, empresas de comidas rápidas y golosineras-, que no tienen el juguete como su actividad principal.
Reciben más de 50% de las aprobaciones de las DJAI, en desmedro de las consideradas “jugueteras puras”, que sólo se dedican al juguete o hacen de éste su actividad principal, cualquiera sea su tamaño y operación (pymes, cadenas comerciales exclusivas, jugueterías minoristas, importadores, distribuidores, etcétera), para las cuales los porcentajes de aprobación de licencias pasaron de 65% a escasamente 35%, aproximadamente, reduciendo las posibilidades comerciales y de desarrollo de dichos pequeños empresarios.
En un mercado en el cual el producto importado es el de mayor dinámica, el más requerido, el que más se comercializa, y el preferido por los consumidores (niños), que son conquistados por la oferta de las grandes marcas a nivel mundial (que realizan importantes inversiones en marketing y publicidad, sensiblemente superiores a las que pueden invertir las empresas locales), la falta de aprobación de DJAI para “jugueteros puros” define un escenario actual preocupante, sin que se puedan visualizar cambios de orientación para el futuro.
Es por ello que desde la Asociación Argentina de Empresas de Juguetes y Afines (AADEJA) intentamos proteger ese mercado y sistema comercial, que siempre ofrece productos certificados con calidad y seguridad garantizada, y definida responsabilidad hacia clientes y consumidores, perfectamente reconocida.