“Google es como un dios, que nunca tiene culpa de nada y que considera que no tiene ningún problema, y sus actos demuestran que sí tiene participación activa en el manejo de la información”, sostuvo el abogado de la Natalia Denegri en el segundo día de la audiencia pública programada por la Corte Suprema.
Al exponer, el letrado de la actora sostuvo que las noticias y toda la información periodística sobre su asistida vinculada con el denominado “caso Coppola” no forman parte del expediente pero perdurarán por siempre en todos los buscadores de Internet.
También destacó que su reclamo se basa en los extractos televisivos en los que participaron cuatro jóvenes mujeres que se insultaron, agredieron y pelearon, con el agravante de que la actora asistió “bajo amenaza”, según alegó, “retirada por un móvil policial desde un calabozo” para ser llevada a programas de televisión.
El abogado estimó que aquéllos no tienen ningún interés cultural y agregó que si se transmitieran hoy en día sería bochornoso y escandaloso, y que el programa tendría el mismo destino que el que emitió en los 90, que fue levantado a seis meses de comenzar, lo cual, a criterio del profesional, “desmitifica el interés público” que citan quienes se oponen al “derecho al olvido” que se reclama en el caso.
Argumentó que para evitar afectar el acceso a la información no solicitan la desindexación, porque desindexar es eliminar, sino que buscan impedir el acceso a través del nombre Natalia Denegri, porque todos los contenidos van a seguir alojados en internet; y particularmente en los servidores de Google y Yahoo.
Sumó que hay que terminar “con un mito que escuchan constantemente los magistrados argentinos: que Google no tiene la culpa de nada, que es como un dios que cree que no tiene ningún problema”.
“Víctima pública”
Paralelamente, manifestó que Denegri no fue una figura pública sino que fue una “víctima pública de una causa penal espantosa”.
“Fue la única que le ganó un juicio al Estado, fue alojada en un calabozo durante tres días, fue privada de su libertad. No nos equivoquemos, es la real víctima, por lo que no hay que confundir a una víctima pública con una figura pública”, destacó.
Al hacer referencia a la exposición de Adepa, que afirmó que el gran problema lo representan los algoritmos de los buscadores, desarrollados por personas, que permitían distorsionar la identidad de los individuos, muchas veces en forma gravísima, transformando en atemporal la información, sostuvo que es real la participación activa del personal de Google en la información que se publica.
Durante la sección de preguntas, el juez de la Corte Carlos Rosenkrantz cuestionó si se puede lesionar el honor de la actora difundiendo información verdadera.
El letrado dijo que su clienta fue víctima de violencia en aquellos hechos y que lo continúa siendo al difundirse los resultados en el buscador.
El magistrado Juan Maqueda preguntó si la actora podría indicar cuál aspecto de su vida se vio afectado; ello así, porque tuvo un éxito muy grande en Estados Unidos, desarrollando una carrera periodística y actoral con diversos premios.
El abogado respondió arguyendo que, al ser madre, Denegri no quiere que sus hijos accedan a la información histórica “manteniendo un sufrimiento invisible”.
De lo ahora analizado se destacan dos aspectos diferentes. Uno, de procesos, en el que se demuestra que Google, como cualquier empresa, puede modificar sus sistemas y asignarles tareas diversas en función de sus intereses. El otro es generacional. Todo lo que sucedía antes de internet tenía un efecto finito en el tiempo, como fueron los programas de televisión, ya que no había forma de volver a verlos si la productora no lo autorizaba.
Con Internet esa realidad cambió, ahora todo es atemporal, permanece en el tiempo y disponible. La pregunta es si ese cambio sustancial no debería aplicarse hacia el futuro.