Y en el comienzo fueron las hordas. Primitiva organización social que representó un intento cooperativo de defensa para vencer las inclemencias del tiempo y los ataques de animales de mayor porte e inquietante ferocidad.
El paso siguiente rumbo a la civilización fue más complejo. Debió emprender la ardua tarea de organizar socialmente la comunidad en crecimiento y establecer mínimas reglas de convivencia. De inmediato, se activaron las rivalidades clásicas que permanecían larvadas.
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