El otro es la gran incógnita, para muchos, en este mundo nuestro. No pocas veces, los demás se nos presentan como desconocidos porque, en rigor de verdad, tampoco nos entendemos a nosotros mismos.
En tal sentido, el feng shui personal es una de las ramas de conocimiento, venida de oriente, que más se ha expandido en la materia. Su utilidad reside en arrimar no pocos instrumentos para conocernos mejor, entendernos, además de conocer y entender a los demás para relacionarnos mejor.
Viviana Bergmann es ampliamente conocida en nuestro medio por su interés e investigación de esta filosofía, por lo que cada nueva producción suya concita el interés de no pocos.
Mañana, miércoles 4 de noviembre, a las 19:30, en el auditorium de la Cámara de Comercio de Córdoba, presenta la más reciente de ellas. Su título: Feng Shui Personal.
A lo largo de sus páginas se desarrollan con minuciosidad todos los aspectos cruciales y prácticos de esta técnica que refiere a las características energéticas naturales de las personas y que explican su manera de actuar en relaciones, sus sensaciones para consigo mismas, sus potencialidades a desarrollar y sus limitaciones.
Recordemos que el feng-shui es un arte milenario que intenta utilizar distintos elementos para volcar a favor del interesado las energías del planeta. En cuanto a su significado, el vocablo “feng” significa viento y “shui”, agua. La frase viento y agua viene a simbolizar la idea del “viento ascendiendo a la cima de una montaña y el agua subiendo hacia su cumbre”.
Sus postulados, sostenidos desde hace milenios, más contemporáneamente se han visto reforzados por los descubrimientos de la teoría atómica. Un referente de dicha rama de la ciencia, nada menos que Max Planck, afirmaría sobre el particular que en nuestro mundo “todo es energía”.
El libro de Viviana Bergmann enseña desde la perspectiva de la técnica del “diagnóstico” por fecha de nacimiento. La primera pauta del feng shui es que todo es energía, entendiendo que todos nacemos con dos energías: la externa, en contacto con el mundo, lo que los demás pueden ver de la persona y que condiciona su mirada acerca de la vida; y por dentro la interna, aquella que los demás no pueden ver, salvo que la conozcan de mucho tiempo o convivan con ella.
Desde la óptica del feng shui y en cuanto a las personas en sí, dichas energías se relacionan con la manera como una persona ve la vida, lo que condiciona por tanto sus opiniones y emociones y, en virtud de ello, su manera de sentir. De acuerdo con el modo en que interaccionen estas dos energías surge el temperamento, la manera de ser de cada persona.
Estas energías se relacionan con los cinco elementos: el agua, la madera, el fuego, la tierra y el metal.
El feng shui personal, correctamente aplicado, es el arte de descifrar personalidades. Desde su tradición de siglos, tales principios postulan una mejora en la vida si son aplicados debidamente, respetando el libre fluir de las energías y sus direcciones.
La filosofía oriental del feng shui es sumamente amplia en sus ámbitos de aplicación, desde la vida de las personas hasta la decoración de interiores y exteriores, arquitectura y jardinería. La obra promete, desde su inicio, que quien “se atreva” a su lectura descubrirá una nueva perspectiva sobre el mundo cotidiano, pudiendo “practicar” sus enseñanzas y comprobar sus resultados de una forma muy amena y divertida.
Para quienes gustan de estos temas, la presentación del libro de Viviana tiene un doble atractivo: poder apreciar de primera mano una obra que parece “se las trae” respecto al tópico y tener al alcance de la mano a una autora que merece la pena conocer, pues más allá de sus conocimientos Viviana es una persona de una calidad humana que no siempre se ve por estos tiempos.
* Abogado. Doctor en Ciencias Jurídicas.
** Abogado, magister en Derecho y Argumentación Jurídica