José Gómez Demmel, fiscal General Adjunto de la provincia de Córdoba
El 27 de septiembre del año pasado, la Fiscalía General de la Provincia implementó en San Francisco un plan piloto de gestión diferente, cuyo objetivo principal era juzgar con mayor celeridad los delitos in fraganti. A dichos fines se cambió la clásica estructura de las fiscalías y se las transformó en una oficina de fiscales, se desterró el uso del expediente en la mayoría de las causas y se implementó la oralidad desde el inicio de éstas.
A cinco meses de su puesta en marcha, la Fiscalía General de la Provincia realizó un corte estadístico a los fines de ver cuál fue el resultado de este nuevo sistema de gestión, que pretende hacerse extensivo a otras ciudades de la provincia, incluída la propia ciudad de Córdoba.
Según las cifras oficiales a las que accedió Comercio y Justicia, el plan piloto de San Francisco permitió triplicar la productividad de las fiscalías. Mientras con el anterior sistema sólo se llegaba a resolver 21,45 por ciento de las causas que ingresaban al sistema, desde la puesta en marcha del plan piloto el número aumentó hasta alcanzar 65,5 por ciento de los casos resueltos.
Las estadísticas indican, a su vez, que todas las causas que ingresaron con aprehensión de la persona perseguida penalmente fueron resueltas en no más de 21 días corridos. Y, lejos de lo que se esperaba, en las audiencias celebradas sólo se registraron dos oposiciones y una apelación.
Para obtener más precisiones sobre los resultados del plan piloto, Comercio y Justicia entrevistó al fiscal General Adjunto, José Gómez Demmel.
– A cinco meses de la puesta en marcha del plan piloto ¿qué balance hace la Fiscalía General? ¿Cumplió las expectativas?
-Absolutamente. Los resultados que hemos obtenido son óptimos, el sistema funciona muy bien, quedan cosas por ajustar pero nos ha dado satisfacciones muy grandes, es mucho más de lo que esperábamos. En definitiva, en un primer momento nuestro objetivo era poder atender los delitos en flagrancia y eso se logró rápidamente. Tan es así que de los casos en flagrancia que atendió la oficina de fiscales se resolvió 74 por ciento en un promedio de 21,33 días. Esto es muy importante porque el Código Procesal Penal exige que en 90 días debe estar concluida la investigación penal preparatoria y nosotros lo estamos haciendo en 25 por ciento del tiempo que marca la ley. Lo que tampoco hay que perder de vista es que con este plan piloto los fiscales han logrado atender 100 por ciento de los casos que ingresaron a la Fiscalía. De ese 100 por ciento, antes sólo se investigaba 34 por ciento de los casos conocidos o denunciados. La celeridad que imprime este modelo de gestión ha permitido avanzar aún más para que los fiscales también pueden ocuparse de las causas pequeñas -casos de amenazas, por ejemplo-, que antes no eran investigadas porque había otras prioridades y, a su vez, ocuparse de las causas más complejas.
– ¿Se agilizó la investigación de causas complejas? ¿Cuál fue la experiencia en ese sentido?
-Tuvimos tres casos complejos y el que más tiempo demoró en su instrucción llevó 60 días de investigación.
– Hay quienes critican este sistema porque aseguran que podría afectar las garantías del proceso ¿Qué opina al respecto?
– Es una falacia y los números lo han dejado demostrado: en sólo 4 por ciento de los casos hubo condenas en juicios abreviados iniciales, mientras que en la mayoría de los casos se terminó con la suspensión de juicio a prueba, la elevación a juicio o el sobreseimiento y archivo. Además, hay que decir que por primera vez estamos cumpliendo con lo que dice la Corte Interamericana de Derechos Humanos respecto de que tiene que haber un control jursdiccional de detención; hoy, dentro de un lapso de cinco días la persona que está detenida es llevada ante un juez, un fiscal y su abogado defensor para que se controle si su detención es correcta. El sistema es mucho más garantista que el anterior, cuando una persona podía estar detenida 15 días sin tener respuesta alguna.
-¿Es factible implementar este sistema en una ciudad como Córdoba?
– Absolutamente, se puede implementar el sistetema pero no sería el mismo. Éste no es un sistema perfecto sino perfectible y dinámico y, como todo sistema dinámico, hay que adaptarlo a las característcas de la ciudad de Córdoba. No podríamos poner el mismo sistema en esta ciudad; en San Franccisco hay una sola unidad judicial, menos fiscalías, otro porcentaje de causas en flagrancia. Es otra realidad.