ESCUCHARDespués de casi seis años de negociaciones, Estados Unidos logró su objetivo de reunir en una sola organización a doce países ubicados en las costas orientales y occidentales del océano Pacífico, con el objeto no disimulado de contener el crecimiento comercial del gigante asiático.
En tono triunfal, el presidente Barack Obama ha manifestado que, después de prolongadísimas negociaciones, se ha concretado la firma del Acuerdo Transpacífico que lidera Estados Unidos y vincula como sus integrantes a Malasia, Indonesia, Australia, Nueva Zelanda y Vietnam, del continente asiático, y Canadá, Estados Unidos, México, Ecuador, Perú y Chile, de la costa occidental de América. El objetivo es constituir entre ellos una zona de libre comercio y poner freno a las posibilidades de expansión en esa área del gran coloso chino.
Obama festejó como un gran éxito lo concretado el 6 de octubre ppdo y si bien falta que en cada país miembro su parlamento lo convierta en ley, ya se puede considerar que el proyecto ha avanzado bastante y va camino directo a su aprobación definitiva. En forma textual, el precitado señaló que “Si nosotros no escribimos las reglas, China escribirá las reglas en la región. Queremos no complicarnos y queremos mantener al margen tanto las empresas como la agricultura estadounidense. Si no las defendieran, sienten que se traduciría en una alarmante pérdida de empleos en EEUU”.
Haciéndose eco de lo que expresa a viva voz una serie de legisladores demócratas al alzar sus voces muy críticas contra los que postulan la globalización, el unánime rechazo en la bancada republicana y la poca disposición que se manifiesta para ratificar la iniciativa viene creando inquietud. El presidente sostuvo al respecto que no pueden dejar de concurrir a las cámaras, especialmente porque la oposición pretende liquidar definitivamente el Banco de Exportaciones e Importaciones y se demora imprudentemente la aprobación de las nuevas normas de funcionamiento y relación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Según su visión, al cerrar la exposición, “Hay una confluencia de actividad anti-global de parte de elementos de la derecha y de la izquierda que, en mi opinión, constituyen un error garrafal”. En la actualidad están preocupados por prestar conformidad definitiva al acuerdo en el Congreso por la “vía rápida”; es decir, antes de fin de este año el referido Acuerdo Comercial es considerado un tema prioritario que Obama se propuso tratar junto con el primer ministro japonés Shinzo Abe, a quien invitó en forma especial al efecto.
Las diferencias por el enfrentamiento preelectoral en EEUU
Lo curioso es que los legisladores demócratas más avanzados chocan con todos los republicanos y con algunos de su propio partido. El Comité de Finanzas del Senado ya convalidó una legislación a la que prestó acuerdo el Comité de Medios y Arbitrios pero en este caso hubo una tenaz resistencia del ala izquierda de él, en especial, la senadora por Massachussets Elizabeth Warren. A ella se le han sumado con su acerba crítica los sindicalistas, que no aceptan varias cláusulas y pretenden eliminarlas, en especial porque consideran que los pactos de libre comercio generan retrocesos o estancamientos salariales debido a que participan países donde sueldos son muy inferiores y obligan a equilibrar para abajo.
La candidata demócrata a la presidencia y exsecretaria de Estado, Hillary Clinton, pese a que las negociaciones datan de cuando ella estaba en funciones, sostiene que no hay suficientes garantías para los que tienen sueldos más elevados, tendiéndose a igualar el nivel mediante bajas generalizadas, aunque reconoce especial relevancia a las normas que están explícitamente insertas en la letra del Acuerdo. No obstante, sin disimular, reconoció que al concretar alguna mínima suba salarial se ven obligados a medir y limitar la decisión que antes se tomaba sin tener que consultar ni conciliar con nadie.
Obama no ocultó que lo que pretende es frenar a China y poner limite a su expansión, algo que sólo se logrará si los doce firmantes del acuerdo actúan simultáneamente en el mismo sentido. Seguramente, estimó que un funcionamiento perfecto que cumpla su finalidad en plenitud requiere todavía limar trabas y obstáculos nacidos de la desconfianza reciproca.
Estados Unidos y Japón han logrado coincidir en casi todo, pero ello se hace bastante más complejo cuando se procuran limar las asperezas que surgen entre los diferentes integrantes, en especial conciliar no sólo con los que están en otros continentes sino que operan guiados por modalidades culturales diametralmente diversas.
No menos expectante ante la nueva organización está Rusia, que ha sido sancionada -se ordenó su exclusión del llamado Grupo de los Ocho-. Este país es el más extenso del planeta pues suma 5 millones de km2 en Europa del Este otros 12 millones en su parte asiática y, por las costas de Siberia, tiene presencia activa en la parte noroccidental del océano Pacifico. Dado que es la actual sexta potencia mundial, las decisiones en el área e incluso sus relaciones en ella son motivo de permanente análisis.
En cuanto a África, el continente más atrasado del planeta, está constituido por 52 países de economía muy primitiva, dentro de los cuales Nigeria tiene en la actualidad más de 180 millones de habitantes y se estima que para fines de este siglo llegará a 400 millones, desplazando a Estados Unidos como el tercer país mas poblado de la Tierra. Este continente para fines de este siglo contendrá una población de 4.500 millones de personas, que representarán 40% del total de habitantes mundiales, pero igualmente se mantendrá rezagado en términos de desarrollo.
Un tema central: la política petrolera
El año 2016 será en Estados Unidos teatro de una disputa de tono muy subido entre los demócratas, cuyo presidente Obama terminará su mandato y aspiran a que Hillary Clinton sea elegida; mientras los republicanos plantean un programa bastante más a la derecha pero aún no tienen candidato elegido pese a que hay varios postulantes. Los dos grandes partidos en la actualidad dirimen sus enfoques y discuten la política de comercialización del petróleo y sus derivados, ubicándose en posiciones casi antagónicas. Hasta hace dos años EEUU prefería importar el 40% de su consumo con el objeto de extender el tiempo de consumo hasta el agotamiento, pero al encontrarse en su territorio con yacimientos “no tradicionales” hizo un cambio sustancial y ahora es el primer exportador pues ha sumado elevadas reservas.
En la actualidad hay exceso de crudo y el precio es alrededor de la mitad del “normal”. Desde entonces la producción en dicho país ha crecido controladamente a un ritmo de 5% anual, que implica 4,9 millones de barriles diarios -la mayor parte proviene de esquistos-. Estando tan baja la cotización del barril, en el mundo se han restringido las nuevas explotaciones y virtualmente es Estados Unidos el único gran productor, y parcialmente Rusia, que mantiene el ritmo de producción y exportación.
El método identificado como de fractura hidráulica, que se suele identificar como de fracking, fue ensayado alrededor de 10 años en dicho país pues, en menor extensión, se conocía y experimentó hasta manejar adecuadamente la técnica de licuar y gasificar los esquistos in situ; es decir, a entre 1.500 y 4.000 mil metros de profundidad. En la actualidad esta producción es la que ha ganado mercados internacionales y Estados Unidos posee las reservas más importantes de esta modalidad.
Cabe destacar que Argentina, con el yacimiento de Vaca Muerta (Neuquén) se ubica potencialmente cuarto en magnitud para petróleo y segundo en gas a escala ecuménica pero, pese a que ha sido dividido en 33 partes, por el momento sólo tres se están explotando.
La nueva área de puja entre los dos colosos: copar la distribución energética
Mediante esta técnica y la de los yacimientos incorporados, la potencia americana ha pasado de primer importador a máximo exportador, con manifiestas pretensiones de manejar el comercio con los países que pueblan las costas del Pacífico.
Se advierte que esa área va camino de convertirse en principal escenario y ello explica la gigantesca obra que pretende encarar China: construir en el norte de Sudamérica una carretera transversal que una los puertos de esa zona del océano Atlántico con los puertos peruanos del Pacífico.
Esta nueva realidad pone a Estados Unidos en pugna con los países que están u operan en la zona del Golfo Pérsico, donde se usan los métodos tradicionales de explotación. Recién desde mediados del año 2014 en adelante, Arabia Saudita ha sido desplazada del primer puesto como productor y exportador, por Estados Unidos. No sólo la gran baja generalizada del consumo que se han impuesto los países europeos, como la abundancia de combustibles que se ofrecen, gravita para mantener precios muy contenidos y, aún así, tener dificultades para una fluída colocación.
El petróleo identificado como “tradicional” es el más barato, ya que el extraído por el método de fracking (no tradicional) implica un costo de 20% más, pero ambos concurren a atender el mercado. Arabia Saudita no baja las banderas y se alinea con los menores precios, pese a lo cual, en el pasado mes de abril incrementó en 13,700 barriles diarios su producción y no ha tenido dificultades de colocación.
La explotación cada vez más intensiva del petróleo y sus derivados sigue escalando a cifras récord y ello crea un virtual compás de espera a una serie de países en cuyos territorios se está en condiciones de encarar explotaciones intensivas de importancia. En este agrupamiento, en primer lugar se debe citar al nuestro, que se distingue por la importancia de los yacimientos que esperan se incorporen a la producción efectiva.
