“Cuando la concepción liberal actúa en el nivel del ciudadano y del Estado, sin aceptar más entidad intermedia que los partidos políticos, ofrece garantías no del todo fidedignas. Los grupos de intereses que responden a la estructura del poder económico imperante pueden crear sus propios partidos, infiltrar los existentes o bien presionar sobre las decisiones gubernamentales por vía de la influencia directa o mediante sus mecanismos lícitos conocidos. Cuando la concepción de la democracia social establece que los grupos sociales deben integrar institucionalmente los cuadros intermedios de la comunidad organizada, está ofreciendo garantías auténticas”. Modelo argentino para el Proyecto Nacional
Democracia de los partidos
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