sábado 9, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

Cordobeses en la Guerra Civil Española

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A pocos meses de producirse el levantamiento militar contra el gobierno de la República española, una importante cantidad de voluntarios extranjeros viajó para enrolarse en las milicias, brigadas y unidades pertenecientes al bando republicano, además de participar en agrupaciones civiles, juveniles, sindicales, universitarias y sanitarias.

Por Diego Naselli Macera (*) – Exclusivo para Comercio y Justicia

Entre estos extranjeros se contaba un gran número de latinoamericanos provenientes de Cuba, México y Argentina que llegaban a través de la frontera francesa.

Con documentos y pasaportes falsificados, muchos argentinos pudieron sortear el estricto control de los guardias fronterizos franceses para ingresar en territorio republicano y apoyar al gobierno en su enfrentamiento contra el levantamiento rebelde. Entre estos voluntarios argentinos se contaba un destacado número de cordobeses que se marchaban de nuestra provincia para luchar a favor de la legalidad gubernamental y contra el fascismo internacional.

Uno de ellos fue el ex capitán del Ejército Argentino José María Frontera, quien llegó a España a principios de 1937 y se convirtió en consultor militar de José Miaja, general republicano y encargado de la defensa de Madrid, además de participar activamente en el sector de Guadalajara y en otros frentes de guerra. Afiliado al Partido Comunista Argentino (PCA), el capitán Frontera había dirigido un movimiento contra el presidente argentino general Agustín P. Justo en 1933 y, debido a su fuerte compromiso en la lucha contra el autoritarismo y el fascismo, fue reclutado por un destacado miembro del PCA, Carlos Dujovne, en Córdoba, para viajar a España y permanecer casi un año participando del recientemente conformado Ejército Popular.

Otro de los reclutados en Córdoba fue el estudiante de medicina Luis Corach, quien una vez en España se enroló en las Brigadas Internacionales y luchó por la República hasta que los brigadistas debieron marcharse de Barcelona. De regreso en Argentina, Corach se convirtió en tisiólogo y sanitarista, llegando a ocupar la dirección técnica del Hospital de Clínicas dependiente de la Universidad de Buenos Aires, en 1964.

También viajó a España a inicios de 1937 el médico psiquiatra Gregorio Bermann, quien había sido destituido de su cátedra en la Universidad Nacional de Córdoba por su solidaridad con el psicólogo Aníbal Ponce, expulsado del ámbito universitario por su adhesión al comunismo.

Para ayudar a los combatientes republicanos, Bermann, acompañado por los médicos cordobeses Bernardo Serebrinsky y David Ostrovsky, organizan la Misión Médica Argentina que se instaló en el Hospital de Chamartín de La Rosa, en Madrid, para atender a pacientes con neurosis de guerra. Además, el médico psiquiatra mantuvo contacto con importantes líderes republicanos como Francisco Largo Caballero, José Miaja, Dolores Ibárruri -“La Pasionaria”-, entre otros, y brindó conferencias sobre psiquiatría a médicos, maestros y estudiantes españoles, hasta que decidió regresar a Córdoba a principios de 1938 luego de un recorrido por centros psiquiátricos de Suiza, Bélgica, Francia e Inglaterra para dar conferencias y entrevistas con el objetivo de pregonar la causa republicana.

Entre los integrantes de la Misión Médica también se encontraba Guillermo Delgado, un estudiante universitario cordobés que llega a España representando a la Federación Universitaria de Córdoba (FUC) y a la Federación Universitaria Argentina (FUA).

Inmediatamente Delgado se pone en contacto con la juventud y el estudiantado españoles incorporándose como secretario de propaganda en el comité ejecutivo de la Unión Federal de Estudiantes Hispanos (UFEH) y, mientras participaba en la organización de un congreso latinoamericano de estudiantes a realizarse en Valencia, escribía extensos artículos para los periódicos Córdoba y Crítica. El cordobés fue uno de los últimos argentinos en retirarse de España y acompañó a sus compatriotas cuando éstos fueron internados en el campo de concentración francés de Saint Cyprien.

Entre las mujeres voluntarias se encontraba la militante comunista nacida en San Francisco (Córdoba) Fanny Jabcovsky –conocida como Fanny Edelman-, quien junto a su esposo, Bernardo Edelman, arribaron a España en septiembre de 1937. Determinados a apoyar la República en su lucha contra los generales golpistas, Bernardo Edelman se convirtió en corresponsal del periódico argentino La Nueva España e ingresó a la Juventud Socialista Unificada (JSU), mientras Fanny Edelman pasaba a formar parte del Socorro Rojo Internacional (SRI) como enfermera, en Madrid. Luego ambos se trasladan a Barcelona para realizar diferentes actividades en la retaguardia republicana, hasta que regresaron a Argentina en mayo de 1938, desde donde continuaron trabajando para ayudar al pueblo español.

El “comandante Ortiz”
Sin embargo, el cordobés que más se destacó en el conflicto español fue Benigno Mochkofsky, un obrero y delegado de la Internacional Comunista que combatió para el bando republicano bajo el seudónimo de «Comandante Ortiz». Estuvo en España desde 1934 como integrante del SRI y, apenas iniciada la Guerra Civil, se incorporó al 5º Regimiento como comandante y participó activamente en la conformación del Batallón Thaelmann, ingresando al Ejército Popular para comandar la XXIV Brigada. Siempre al frente de su tropa, el Comandante Ortiz participó en la defensa de Madrid y combatió en Talavera de la Reina, Toledo, Jarama, Brunete y el Ebro hasta la caída definitiva de Cataluña. Con la derrota de la República, Mochkofsky junto con otros argentinos debió cruzar los Pirineos hacia Francia, donde fueron internados en Saint Cyprien. Liberado del campo de concentración, regresó a Argentina en 1940 para trabajar como obrero metalúrgico, pero fue encarcelado junto a otros 250 militantes comunistas en la isla Martín García, entre 1944 y 1945.

Estos voluntarios cordobeses que marcharon a luchar por la República española lo hicieron a partir de su fuerte compromiso antifascista y para defender al pueblo de la rebelión militar. Pero no fueron los únicos: también marcharon desde esta provincia otros republicanos, comunistas, socialistas y anarquistas que vieron en España la necesidad de detener el avance del fascismo y el autoritarismo que luego conduciría a la Segunda Guerra Mundial. Es por ello que, a casi 75 años del fin de la Guerra Civil española, es importante rescatar a estos luchadores de la libertad.

* Licenciado en Historia. Ex docente de la cátedra de Historia Argentina de la Escuela de Historia de la UNC

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