ESCUCHARLa actual movida y bonanza de las letras cordobesas no es un fenómeno exclusivamente capitalino ni mucho menos.
Por ejemplo, Silvina Ruffo nació y creció en Leones. Tras un breve y forzado intermezzo en nuestra ciudad para estudiar abogacía en la Universidad Nacional de Córdoba, allá retornó. Ejerció la abogacía hasta darse cuenta de que la vocación excluyente de su existencia eran las letras.
Hoy en día, como nos cuenta la autora, “escribir se ha transformado en una necesidad en mi vida. Cada vez que me siento frente a la computadora para continuar la novela que en ese momento estoy escribiendo siento una gran pasión por lo que hago, además de tratarse de un necesario cable a tierra para mis emociones”.
Su primera obra, Desarraigo, contó con suceso la historia de amor y erotismo en los albores del siglo XX, entre Pedro, un joven inmigrante italiano, y Emilia, hija de un comerciante próspero cuya vida se halla determinada por un mandato familiar.
Silvina forma parte de la ola contemporánea de la novela con letra de mujer. Un fenómeno que por estar en actual evolución, se resiste a su encuadre. De forma provisional y en líneas generales puede ser caracterizado como el incorporar la perspectiva de género a la narración literaria.
Mañana miércoles 13 de mayo presenta su segunda novela en la Capilla del Paseo del Buen Pastor, a las 18:30. Secretos en familia, tal es su título, es una obra que recorre los sentimientos humanos puertas adentro de ese universo tan complejo y tan terrible que puede resultar una familia con cuentas pendientes entre sus miembros.
Escrita en dos tiempos, entre 1957 y la actualidad, narra la historia de una anciana ermitaña, Emma Herlein, cuya existencia ha sido abrumada por hechos más que traumáticos de su pasada vida transgresora de todo canon.
Los hechos pretéritos pueden ser no sólo una permanencia molesta sino que también pueden condicionar la dirección de la vida aun mucho tiempo luego de sucedidos. Cuando joven y arrebatada, la protagonista se dedicó a romper todo tipo de límites. El más grave de ellos fue seducir a un hombre mayor y casado, quien además era el mejor amigo y socio de su padre. Ello, como nuestros avispados lectores ya lo habrán intuido, va a traerle no pocos problemas.
El estilo literario de Silvina busca transmitir emociones de modo constante. Juega también a sorprender con el devenir de la trama, en un contrapunto de complicidad con quien lee que resulta una de sus marcas ya establecidas.
Participa, además, del rasgo contemporáneo en las letras de imprimir una fuerte dosis de pasión y erotismo en el relato. Incorporar de lleno ciertas situaciones íntimas que la escuela romántica clásica sólo dejaba insinuadas es un elemento de la moderna literatura que Silvina maneja con plenitud.
Tópicos tan diversos como la orientación y exploración sexual, la ancianidad o el peso de las decisiones erradas son algunos de los que se tratan en el libro. Apunta con ello -como nos ha confesado- a llegar a lo profundo del espíritu de sus lectores. Pues cree que ése es el eje de la novela romántica: “Invadir el alma del lector y hacer de la historia un recuerdo inolvidable”. Que tengas en ello, Silvina, el mejor de los éxitos.
* Abogado. Doctor en Ciencias Jurídicas. Abogado, magister en Derecho y Argumentación Jurídica
