El porcentaje ubica al país por encima de Brasil y México en el ingreso a redes como Facebook y Twitter. El principal uso de Internet es para socializar, luego por trabajo y tercero por estudio.
“El 80 por ciento de los argentinos que reside en grandes centros urbanos admite usar habitualmente las redes sociales, mientras que en Brasil el porcentaje es de 75 por ciento y en México de 55,5 por ciento”. Estos datos surgen de una encuesta realizada por el CEOP para el Centro de Investigaciones para la Industria de Medios & Entretenimiento en Latinoamérica (Cimel) del IAE Business School.
“Nos sorprendió el avance de las redes sociales, sobre todo comparado con México, donde éstas están menos concentradas pero no tienen tanta penetración. En Argentina, en cambio, hay mucha concentración con Facebook como la red social que va absorbiendo otros temas: cada vez más se usa como buscador y chat. El chat de Facebook está sólo detrás del Messenger”, explicó Martín Zemborain -director Académico del Cimel -, quien presentó el estudio.
Para realizar el informe, los investigadores no apelaron a los clásicos conceptos de “nativos o inmigrantes digitales” y, por el contrario, crearon tres nuevas categorías.
Ajenos, utilitarios y absorbidos
Entre los “ajenos” a la tecnología se incluyen las personas que “viven los cambios tecnológicos desde afuera; reconocen cierto impacto negativo pero no sienten que hayan afectado su vida personal”. Los “utilitarios” son quienes cuentan la tecnología como una herramienta fundamental en su vida pero que no se sienten absorbidos. La usan simplemente como medio para conseguir otros fines.
Finalmente, la categoría de “absorbidos” agrupa a las personas que perciben la tecnología como realidad propia, relacionada con todos los aspectos de su vida; ven sus caras positivas pero reconocen algunas negativas.
Con estas categorías definidas se identificó 42,9 por ciento de los argentinos que viven la tecnología “como medio, una herramienta que les brinda comodidad y, aunque es imprescindible, no se sienten absorbidos”. Le siguen los que perciben la tecnología como ajena (34 por ciento) y finalmente los que la viven como propia (23,2 por ciento), ya que atraviesa todos los aspectos de su vida: sueño, ocio y sociabilidad.
Por su parte, en Brasil, el porcentaje más alto (39,1 por ciento) se lo llevan los que viven la tecnología como propia, mientras que en México la mayoría (55,5 por ciento) la siente ajena.
Uso de Internet
En seguimiento de los datos que se desprenden del informe, las personas de mayor poder adquisitivo y menos edad son más afines a la tecnología. Pero en cada segmento etario están las tres categorías representadas.
En los tres países se impone un uso social de Internet (66 por ciento para Argentina) seguido por trabajo (29 por ciento), estudio (23 por ciento), juegos (10 por ciento), entretenimiento (5 por ciento), buscar información (9 por ciento) y hacer compras (3 por ciento).
En el caso de las redes sociales, las actividades favoritas de los argentinos son subir fotos (81 por ciento), actualizar el estado (59 por ciento), comentar (82 por ciento), buscar información (48 por ciento), subir y ver videos (38 por ciento), sumarse a grupos (36 por ciento), jugar (34 por ciento), informarse sobre eventos (31 por ciento), compartir publicaciones (24 por ciento), opinar sobre actualidad (22 por ciento) y recibir información sobre lanzamientos (15 por ciento).
Con respecto a los consumos on line culturales y de entretenimiento, Argentina y Brasil poseen un nivel similar de lectura de diarios (cerca de 30 por ciento contra 18,8 de México), aunque en Brasil se escucha más radio on line que en los otros dos. Los tres coinciden, sin embargo, en que el consumo de televisión por Internet es aún bastante bajo (7 por ciento en Brasil, 5,6 en México y 4,9 en Argentina).
Finalmente, sobre compra y venta de bienes, servicios y tickets por Internet, Argentina y Brasil manifestaron hacerlo en 23 por ciento de los casos, mientras que en México el porcentaje fue de 16.
Otro dato: más de un tercio de los argentinos de los segmentos más afines a la tecnología sigue una marca en una red social.