Reforma procesal, actualización legislativa y cambios en la administración de justicia, parte de las tareas pendientes.
“La reforma judicial y legislativa profunda, integral, es una asignatura pendiente en la Argentina”, sentencia Beinusz Szmukler, presidente consultivo de la Asociación Americana de Juristas, al ser requerido por este diario a dar su visión sobre los nuevos tiempos políticos que vivirá Argentina en el período 2011-2015.
-La Presidenta reclamó recientemente la implementación del juicio por jurados, abogó por un nuevo Código Civil… ¿hay que pensar en reformas profundas para la Justicia?
-Mire, hace más de un siglo y medio hay un mandato constitucional de hacer juicios por jurados. Más allá de las posiciones a favor o en contra, creo que la Constitución está para cumplirse y es una mora absolutamente injustificada. Hay argumentos de todo tipo pero nada de eso justifica la mora.
-Hace falta una reforma procesal urgente…
-Desde luego. Creo que hay que hacerlo lo antes posible y además creo que debería ser mayoritario el voto en el Congreso para sacar la ley. Este tema se debatió otros años con mucha amplitud. Después se puede discutir la implementación, porque ningún sistema es perfecto, pero se pueden establecer pautas para asegurar transparencia e imparcialidad en los jurados. La participación popular en las decisiones, sobre todo las que hacen a la libertad de la gente, no tienen que venir necesariamente de especialistas, la gente puede determinar si hay culpabilidad o no.
-Pienso que es revolucionario desmonopolizar la administración de Justicia en Argentina. Esto va a generar resistencia: van a decir que los ciudadanos legos no estamos preparados para administrar justicia.
-Si hay un poder corporativo en Argentina, ése es el Poder Judicial. Todavía mayoritariamente hay una enorme resistencia a todo lo que signifique un cambio. Está burocratizado, está lleno de gente que la quiere pasar lo mejor posible hasta el momento de la jubilación. No es un opinión mía, con otras palabras usted la puede encontrar en el mismo sentido en Zaffaroni, en Schiffrin… no hay ninguna duda de que va a haber resistencia.
-¿La reforma judicial es una asignatura pendiente en Argentina?
-Sí y va mucho más allá del juicio por jurados. Lo dijo la Presidenta en la inauguración de Infojus: tenemos que adecuar un procedimiento civil que básicamente data de tiempos de la colonia. Cualquier juicio dura años aquí, cuando hay posibilidad de establecer la oralidad no sólo en lo penal sino en una parte sustancial del juicio civil.
Todavía usted puede pasear por Tribunales argentinos donde hay empleados cosiendo expedientes. No ha llegado ni el ganchito. Se impone una reforma en serio, le diría en todo el procedimiento judicial, además del Código Civil, en el que venimos arrastrando disposiciones del Código Napoleónico.
-¿Las reformas que hubo no son suficientes?
-Es cierto que hubo avances, reformas que han actualizado un poco el Código, pero lo que hace falta es una reforma integral para hacer algo en serio. Yo creo que ahí es clave la participación popular, porque la Justicia tiene que ser la Justicia a la que aspira la sociedad, no a la que delinean los especialistas. Después sí los especialistas llegarán para la redacción, para ver que no haya contradicciones; yo no menosprecio el aporte que puedan hacer los especialistas. Pero las decisiones que se toman en el ámbito judicial afectan a la gente y el sentido común indica cuál es la mejor vía y cuáles son los mejores mecanismos.