Hay oportunidad para un nuevo país en un nuevo mundo y no es sólo “viento de cola”. Hay que pensar en largo plazo, advierte
“Yo creo que se ha hecho mucho, que se pudo haber hecho más, pero que no podemos perder el tren de los cambios mundiales para colocar a Argentina como una verdadera potencia”, sentencia Salvador Treber, columnista de Comercio y Justicia y uno de los economistas más respetados del interior del país, al ser entrevistado tras confirmarse el nuevo escenario político argentino.
-¿Cómo observa el futuro del país tras este resultado electoral?
-En primer lugar es importante evaluar que el período del 2003 a 2011 significó un crecimiento del producto nacional de 87,6%. Y ese avance no se dio jamás con esa continuidad, velocidad y ritmo. Algunos lo llaman despectivamente “viento de cola”, yo pienso que es una actitud mezquina, falta de grandeza y un rasgo de impotencia propia.
-¿Por qué dice eso?
-Por el avance del país, no dicho por mí sino por el cuerpo de analistas de la ONU. Éste ubica a Argentina como el tercer país del mundo detrás de China e India en esa hazaña del crecimiento acelerado. Si se tratara de una generalizada etapa favorable, no podría ser sólo el caso argentino. No hago oficialismo. Reconozco lo que se ha hecho y no olvido otras frustraciones históricas…
-Está contento entonces…
-Yo estoy totalmente de acuerdo con la continuidad de la Presidenta. Ojo: no que se perpetúe. Pero en este mismo sentido pienso que tendrán que encarar la solución de una serie de grandes problemas para que el país se desarrolle. De todas maneras esa proyección de Naciones Unidas revela que hasta 2016 Argentina va a ser el tercer país del mundo que más va a crecer.
-¿Usted coincide con esa evaluación?
-Coincido. Hoy tenemos un producto por habitante de 14.500 dólares. Y nos ubican dentro de cinco años con 21.500 dólares, lo que significa que ingresamos en el círculo privilegiado de los países con mejores condiciones de vida en el planeta. Entonces -entendamos- esto no es obra de un viento favorable, tampoco sólo del Gobierno. Esto es obra de toda la comunidad, la que el Gobierno ha interpretado correctamente. Pero faltan muchas cosas.
-¿Qué cosas?
-Cambiar la distribución del ingreso es una de las materias pendientes que tiene el país. Es muy elevado el grado de concentración de la riqueza. Y se ha hecho poco o nada para modificarlo. Se ha mejorado las condiciones de los más menesterosos pero no se tocó a los que están en la cúspide y, sin hacerlo, no hay solución. Mire: yo tengo 80 años y cuando observo las posibilidades que tenemos de desarrollar este país como corresponde, no puedo reposar. No puedo hacerlo porque siento que todos somos útiles para impulsar esa mejor perspectiva.
-Es decir que estamos viviendo tiempos interesantes…
-Sí, muy interesantes. Usted sabe que los que viven los tiempos trascendentes, por lo general, no se dan cuenta. Son protagonistas de algo que no alcanzan a ver. Yo pienso que estamos viviendo épocas que no se pueden desaprovechar y que la proyección que hizo la ONU para Argentina vislumbra que se están produciendo cambios globales significativos.
-Hay una nueva Argentina por construirse…
-¡En un nuevo mundo! Y en ese mundo nosotros somos alguien. Entonces nosotros no podemos desaprovechar este momento de la historia, que -reitero- no es un viento de cola.