Por Eduardo Crivello / Economista Junior del Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba.
El sector constructor ha mostrado un buen desempeño en lo que va del año 2010. El crecimiento interanual de la demanda de insumos, medido por el Índice ISAC, asciende a 9,15% para el período enero-septiembre. La obra pública ha sido un gran impulsor de este crecimiento. Sin embargo, no ha sido el único. Los bloques del ISAC mayoritariamente asociados al accionar del Estado, “Obras viales” y “Otras obras de Infraestructura” crecieron 8,53% y 7,52%, respectivamente, mientras que las “Construcciones petroleras”, de la mano de nuevas excavaciones, crecieron 49,8% en el mismo período. Los “Edificios para viviendas y para Otros destinos en general” lo hicieron en 7,86% y 7,63%.
Según estimaciones realizadas por el Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba (IIE-BCC), el ISAC cerraría el año 2010 con un crecimiento de 9,24% si la economía en su conjunto sigue el rumbo actual. Asimismo, también se ha proyectado que en 2011 el crecimiento de la demanda de insumos del sector podría alcanzar entre 5,73% y 10,35%, según el crecimiento de la economía en general sea la proyección oficial de 4,3% o un escenario un tanto más optimista, de 7%. Es decir, el coletazo de la crisis internacional parecería haber pasado y la actividad del sector y de la economía en general haber vuelto a una senda de crecimiento.
Un hecho que llama la atención es que, según cifras oficiales, el Producto Interno Bruto del sector Constructor (PIBC), es decir, la totalidad del valor agregado generado por este sector, ha registrado un incremento en el primer semestre de 2010 de tan solo 3% con respecto al mismo período del año pasado, mientas que la economía en su conjunto lo hizo en 9,42%. Históricamente la construcción ha exhibido un comportamiento mucho más volátil que el del Producto Interno Bruto (PIB). Esto sucede debido a que la primera forma parte de la inversión, la cual se caracteriza por amplificar los ciclos de la economía.
Si tomamos como medida de la volatilidad (reacción) del PIBC con respecto al PIB el promedio de los cocientes de las variaciones interanuales trimestrales de ambas variables, se observa que ella alcanza un valor de 4,25 para el período que abarca desde el segundo trimestre de 1994 al segundo de 2010. Es decir, cuando el PIB varía 1%, el PIBC lo hace 4,25% en promedio.
Una cuestión a remarcar es que el valor de dicho cociente depende ampliamente del ciclo económico. Es decir, cuando la economía crece (PIB muestra variaciones interanuales positivas), alcanza en promedio un valor de 1,92, mientras que el PIB asciende a 8,5 cuando la economía se contrae (PIB muestra variaciones interanuales negativas). Parece ser que en términos relativos, entre el PIBC y el PIB el efecto del pánico es mayor cuando se oscurece el panorama al de la euforia cuando éste se aclara (puede que el segundo se contraiga levemente, sin embargo el primero lo hace con intensidad de todas formas, como lo ocurrido en el año 2000).
Entonces, si la economía está creciendo en 2010, ¿por qué debe extrañarnos que la volatilidad relativa entre el PIBC y el PIB sea baja? La cuestión no es que sea baja sino que es menor que “uno”, 0,325. Es decir, en un período expansivo, el sector constructor no está respondiendo como lo ha hecho históricamente (1,92); de hecho, no reacciona ni en la mitad de la medida del estímulo. Entonces, la volatilidad del sector constructor ¿es una cuestión del pasado? No existe una respuesta clara aún, ya que para determinar patrones de comportamiento es necesario observarlos durante largos períodos. De lo que no cabe duda es que se están produciendo cambios en la estructura del sector constructor, los cuales deben ser estudiados durante los próximos años para dar una respuesta definitiva a esta pregunta.