En Argentina hay más de 120 mil pacientes que reciben atención domiciliaria. La longevidad, el crecimiento natural de la demanda, las nuevas prestaciones que se incluyen, la necesidad de optimizar los costos –cuando resulta posible– y la tendencia mundial a prevenir las infecciones intrahospitalarias allanan un terreno fértil para las empresas prestadoras. La cámara empresarial nuclea a más de 80 firmas, que representan aproximadamente el 60% del mercado.
Por Laura Pantoja [email protected]
La internación domiciliaria es una modalidad de prestación incluida en el PMO (Programa Médico Obligatorio) , aunque la mayoría de las personas que no la han necesitado no lo saben porque no figura en las cartillas de las obras sociales.
De hecho, es un servicio que existe hace más de 30 años como accesorio a los servicios que brindaban los hospitales y sanatorios y les permitía aumentar la rotación en el uso de sus camas.
Desde el 2001 se lo ha incluido en el PMO, convirtiéndose así en una prestación con cobertura por parte de las prepagas, obras sociales y otros financiadores de salud, que aunque no lo mencionan en sus cartillas, disponen de una serie de empresas que se especializan en el servicio y que deben cumplir los mismos requisitos de cualquier institución asistencial.
De hecho, existe una Cámara que las nuclea a nivel nacional, Cámara Argentina de Empresas de Internación Domiciliaria (CADEID) , que cuenta con más de 80 firmas asociadas y representa cerca del 60% del mercado total.
“Las empresas de internación domiciliaria, estamos habilitadas por el Ministerio de Salud de la Nación y/o el Ministerio de Salud de la Provincia correspondiente a la jurisdicción en la que cada empresa trabaje, y formamos parte del Registro Nacional de Prestadores de la Superintendencia de Servicios de Salud a nivel nacional.
Estos requisitos habilitan a las empresas del sector, a desarrollar en el domicilio del paciente todos los procesos asistenciales que se requieran, combinando los servicios de diferentes profesionales de la salud, equipamiento e insumos médicos, en una tarea integrada y multidisciplinaria, precisaron a Comercio y Justicia, Adriana Figueras, su presidente, y Pablo Adzich, representante en Córdoba de la sede centro -recientemente inaugurada en la ciudad de Córdoba- integrada por Córdoba, Santiago del Estero, Catamarca y La Rioja.
De gran proyección
Estimaciones recientes, plantean que unos 120 mil pacientes reciben asistencia domiciliaria en todo el país, número que aumentará de manera progresiva por varios factores.
“La actividad aumentará por distintos factores, entre ellos el envejecimiento poblacional creciente que se verifica a nivel mundial y en Argentina en particular. Cada vez hay gente más grande que va a demandar mayores servicios, con niveles de especialización crecientes y nuevos matices por la inclusión de otros servicios, como los cuidados paliativos domiciliarios que PAMI incluyó recientemente”, explicó Adzich.
Otro factor por el que crece la internación domiciliaria a nivel mundial, es la complejidad que en los últimos años fue adquiriendo el riesgo infectológico hospitalario, donde la asistencia domiciliaria presenta una ventaja importante. También los avances en la tecnología médica que permiten que las prácticas hospitalarias complejas requieran menos tiempo de internación institucional y la recuperación domiciliaria puede completar satisfactoriamente el proceso, agregó Figueras.
Se trata además de un espacio dador de trabajo a mediano y largo plazo, por cuanto los avances vinculados con la “automatización y robotización” no pueden reemplazar la tarea de “cuidar personas”. De hecho la formación de profesionales y asistentes de salud es una rama hacia la que se trata de orientar a los jóvenes, ya que constituyen algunas de las profesiones con mayor horizonte de crecimiento en el mercado laboral del futuro.
Por prescripción
No obstante, debemos dejar en claro que la internación domiciliaria que prestan los financiadores de salud, no es una opción a la que el paciente pueda acceder de manera voluntaria, sino que se trata de una alternativa asistencial definida por prescripción médica.
“El médico es quien debe discernir su indicación; la internación domiciliaria es complementaria de la atención sanatorial, no compite sino que por el contrario, se articula y continúa con ella”, acentuó Figueras.
No obstante, los directivos remarcan que es necesario que la población la incorpore como un espacio más de la salud, que se trata de un nivel asistencial a disposición de los financiadores, en la elección de la mejor alternativa para la recuperación del paciente.
En cuanto a los costos para el sistema de la salud, la comparación entre los de internación domiciliaria y los de internación hospitalaria, también son causales hoy de un gran crecimiento a futuro.
En general la asistencia domiciliaria es menos costosa, porque sólo financia el costo de la tarea asistencial, y no incluye el componente hotelería que sí está vinculado al costo del “día cama” en el hospital.
Hay que diferenciar las modalidades de atención en domicilio: hay pacientes que sólo reciben prestaciones profesionales, y otros que reciben servicios continuos de alta complejidad, prestados por equipos multidisciplinarios formados por enfermeras, kinesiólogos, nutricionista, psicólogo, fonoaudiólogo y seguimiento médico, en los que la variable que analiza un financiador no es el costo, porque seguramente es muy similar al costo de un servicio institucional”, explicó Figueras.
Los beneficios para el sistema de la salud
“No se trata de analizar costos, sino más bien, preguntarse qué es lo mejor para el paciente y en general para el sistema de salud”, indicó Adzich.
“El bienestar del paciente y la calidad asistencial es lo que se debiera considerar, como así también, el hecho de que los sanatorios y los hospitales contarán con más disponibilidad de camas para los pacientes que realmente lo necesitan, en la medida que crezca la asistencia domiciliaria.”, explicó.
“En el interior de Córdoba, donde cerraron más de 20 clínicas, se ha conocido de las largas esperas de muchos pacientes para ser asistidos oportunamente en casos de fracturas u otras patologías que requerían internación hospitalaria. Es necesario considerar el valor que tiene una cama libre hoy, para una emergencia médica”, acentuó
Sobre los financiadores
Las obras sociales y prepagas cubren estos servicios por indicación médica. “No obstante, en los últimos años se ha confundido mucho la asistencia de salud con la asistencia social del paciente, muchas veces se espera que las obras sociales se hagan cargo de tareas que deberían llevar adelante las familias y en eso el sistema de salud no tiene obligación. La diferencia entre un cuidado social o sanitario, queda siempre a criterio del médico”, aclaró Figueras.
También es fundamental discernir sobre la oportunidad de alta de un paciente para que evitar su reingreso al sistema hospitalario, y aquí nuevamente es el criterio médico el que debe prevalecer.
La internación domiciliaria (ID) no es una internación geriátrica ya que abarca a personas de todas las edades y patologías, que necesiten ser atendidas de manera esporádica o intensiva, siempre que la estabilidad del paciente y las características ambientales del domicilio lo permitan.
La ID utiliza recursos médicos, pero además requiere del compromiso familiar para integrarla a la recuperación y mejorar la calidad de vida del paciente. Por ello hay que tener en cuenta no solo su estado de salud sino también su situación socio ambiental y el entorno familiar para poder definir el adecuado servicio a brindar.
El sector en números
- Pacientes a nivel país: 120.000
- Empresas socias de Cadeid: más de 80
- Empresas de Córdoba: 11
- Empleo a nivel nacional: 140.000
Normalización
CADEID es una entidad sin fines de lucro, fundada en 1999 por iniciativa de un grupo de empresas pioneras de la actividad, con el objetivo de promover la internación y asistencia domiciliaria en un mercado que aún no conocía sus alcances ni desarrollo futuro. El compromiso es trabajar para la normalización de la actividad, exponiendo las dificultades del sector ante las autoridades competentes y respondiendo las inquietudes de sus socios. Se trabaja conjuntamente con los financiadores del sistema de salud en escucha de sus necesidades y exigencias, para mejorar los servicios de las empresas socias