Según un estudio reciente, 46% de los jóvenes admite tener un comportamiento inadecuado en línea y que modificaría esa conducta si sus padres observara.
Existe una importante desconexión entre lo que hacen los jóvenes en Internet y lo que sus padres creen que hacen. Así lo reveló el último estudio publicado por McAfee denominado “Decepción digital: exploración de la desconexión en línea entre padres e hijos”.
El estudio, que analiza los hábitos e intereses en línea de los preadolescentes, los adolescentes y los adultos jóvenes, descubrió que a pesar de que los jóvenes entienden que Internet es peligrosa, aún tienen comportamientos riesgosos y ocultan esta actividad a sus padres de varias maneras. Además, 46% reconoce que cambiaría su comportamiento si supiera que sus padres están observando.
“En este ámbito, aún nos encontramos en el salvaje oeste y nuestros jóvenes, debido a que son nativos digitales, tienen todo tipo de comportamientos riesgosos sin comprender cómo sus acciones afectarán sus vidas”, indicó Michelle Dennedy, vicepresidenta y gerente de Privacidad de McAfee.
“Este estudio ha dejado sumamente claro que los padres deben interesarse en lo que sus hijos hacen mientras navegan en Internet para comprender su comportamiento en línea e involucrarlos en un sinnúmero de hábitos que los mantendrán seguros en la web. Los niños de todas las edades claman por orientación”.
Educación
Los jóvenes no son los únicos que necesitan educación sobre el comportamiento seguro en línea. De hecho, 62% de los padres no cree que sus hijos se puedan meter en graves problemas en línea y 80% no sabe cómo averiguar qué están haciendo sus hijos en Internet.
La mayoría de los padres (74%) simplemente se sienten frustrados y reconocen que no tienen ni el tiempo ni la energía para seguir el ritmo a sus hijos y sólo esperan lo mejor.
Aunque 39% de los padres intenta vigilar el comportamiento en línea de sus hijos con controles parentales, los adolescentes con más conocimiento en tecnología se aprovechan de las limitaciones tecnológicas de sus padres y evitan su vigilancia.
Del 41% de los preadolescentes a los que sus padres han establecido contraseñas para sus aplicaciones móviles, 92% conocen las claves. Sin embargo, más de la mitad de los padres de preadolescentes (60%) creen que estos no conocen las contraseñas.
Esto puede llevar a tener una conducta en un teléfono móvil que no se puede controlar fácilmente y a compromisos no deseados, así como también a cuentas de altos costos, cuando no se supervisa.
También preocupa la desconexión digital que existe cuando se trata de comunicar información sobre la seguridad de Internet. De los padres, 71% cree que ha tenido conversaciones con sus hijos sobre un comportamiento en línea adecuado, mientras que sólo 44% de los jóvenes está de acuerdo con ello. Esto implica que existe la necesidad de que existan conversaciones más directas con los adolescentes sobre cómo vivir seguros en línea, de una forma que repercuta claramente en su comportamiento y lo modifique.