ESCUCHARLa firma vive el “veranito” del sector. Cerró un año con ventas superiores 30 por ciento a las registradas en 2015 y se prepara para vender 20 por ciento más durante 2017. Busca ganar escala de producción para exportar más y analiza montar una planta de ensamblado en Estados Unidos
Por Javier De Pascuale – [email protected]
“Ser inflexibles en el logro de la calidad” y “ser apasionados en la búsqueda de la innovación” son dos de los principios de la filosofía de trabajo que construyó la fábrica de implementos agrícolas Mainero en casi 84 años de historia. Ambos guían hoy el plan de desarrollo de la tradicional empresa con sede en Bell Ville, que para 2017 se plantea completar un programa de inversiones por nada menos que 63 millones de pesos y crecer al menos 20 por ciento en ventas.
“La primera etapa del plan de inversiones ya se cumplió. Fueron 21 millones de pesos que ya están en la planta, en la producción. Este año completaremos las dos etapas siguientes, que alcanzan a una cifra similar cada una. Será un año de desafíos pero venimos de un período muy bueno y si bien es temprano para evaluar el impacto de las condiciones climáticas en la producción agropecuaria, tenemos la expectativa de seguir recuperando ventas”, confirmó a este diario Elizabeth Lambertini, gerente de Relaciones Institucionales de Mainero.
La empresa vive “el veranito” que es común a muchas fábricas de implementos y maquinaria agrícolas, después del largo invierno económico que sufrió el sector en los dos o tres años anteriores. Pero no sólo del mercado interno vive esta hoy gran empresa creada en 1933 por Miguel Mainero, Carlos Rocco Bernardi y Francisco Lambertini, en el corazón mismo de la ‘pampa gringa’ cordobesa. Las últimas innovaciones en lo que hace a cabezales de cosechadoras y otros implementos dispararon los pedidos de distribuidores de Estados Unidos y Canadá, que a la postre apuraron un plan de inversiones que venía desde hace algunos años.
En rigor, estamos hablando de una empresa que despacha implementos agrícolas a distintas regiones del globo. Toda el área de los países de Europa del este, junto a Rusia y los territorios de los Urales -en la frontera entre Europa y Asia-, está cubierta por envíos de productos fabricados en el kilómetro 502 de la ruta 9, donde se alza la planta de Mainero.
“Cubrimos toda la región latinoamericana y exportamos a Sudáfrica, también”, completa Lambertini, subrayando que Colombia es un mercado que se destaca en los planes de la empresa para 2017, aunque “Mainero buscará ampliar mercados, además de consolidar aquellos lugares adonde ya estamos llegando con nuestros productos”.
No obstante, es preponderante el interés de los productores estadounidenses y canadienses en los últimos desarrollos de la empresa de Bell Ville, como la rotoenfardadora presentada el año pasado, el mixer horizontal o el cabezal maicero. Tal envergadura adquieren esos mercados que en el horizonte de mediano plazo, la empresa estudia establecer una planta de ensamblado y montaje de esos productos en Estados Unidos.
En 2015, la firma presentó la rotoenfardadora 5876 con recolector extendido, que entrega rollos de 1,20 metros de ancho y hasta 1,80 metros de diámetro, concebido como “el único producto de industria nacional con estas características”.
El mixer horizontal es un nuevo sistema que procesa, mezcla y distribuye granos, producto clave para lograr mayor productividad en la lechería y la ganadería. “Es un mixer de tres sinfines horizontales que procesa fardos redondos enteros, prismáticos y megafardos. Nunca antes visto en el campo, logra raciones de alimentos totalmente mezcladas para los animales. Resuelve de una manera sorprendentemente simple aquello que hasta ahora parecía imposible”, se entusiasman en Mainero al explicar el producto.
Por último, el cabezal maicero MDD-100, en su último formato presentado en 2016, “es un nuevo concepto en la trilla del cereal. De hecho no existe en el mercado argentino ni en el mundial un producto similar”, según Marcos Formica, referente de Asistencia Técnica e I+D en Mainero.
Dos nuevos desarrollos se esperan para este año en una empresa cordobesa que crece también en empleados propios, al tiempo que crea empleo en firmas tercerizadas.
MODERNIZACIóN DE LA PLANTA
MÁS TECNOLOGÍA PERO TAMBIÉN MÁS EMPLEO
El plan de inversiones de Mainero busca bajar los costos de producción, ganar escala y eficientizar procesos.
“En la primera etapa se adquirieron dos centros de mecanizado, autoelevadores y un manipulador telescópico. También se compró un centro de corte de plasma y equipamiento para cuarto de granallado”, precisó Elizabeth Lambertini.
Además, se realizó una ampliación de la planta con nuevas instalaciones de pintura para máquinas y grandes conjuntos. Se completó con la extensión de algunas líneas de montaje y la edificación de un dock de carga para agilizar el despacho de equipos de exportación.Más tecnología
“Para este año está proyectado ejecutar las etapas 2 y 3 de este proyecto general. En estas etapas habrá más equipamiento, como línea continua de pintura, soldadura robotizada y un tercer equipo de corte láser, entre otros”, anunció Lambertini.
“En 2016 incorporamos 30 empleados nuevos a los que ya teníamos, con proyección a más operarios, si las condiciones así lo requirieren”, agregó. La empresa hoy tiene más de 330 empleados directos, a los que se suma otro tanto en las firmas tercerizadas que producen algunos componentes.
Por otra parte, Mainero “prosiguió con el proceso de reestructuración organizacional desplegado en los últimos 5 años al ingresar la nueva generación de socios”. Parte de esos cambios derivaron en el ingreso como gerente General de Eduardo Montes, proveniente del sector automotor.
