Un nuevo capítulo en la guerra del comercio establecido contra los vendedores ambulantes y clandestinos que proliferan en el centro de la ciudad protagonizó ayer un grupo que irrumpió en una céntrica avenida. Un grupo de comerciantes ambulantes cortó en forma total la avenida Colón al 200, para reclamar que el municipio les permita vender sus productos en los horarios en que no abren los comercios. Los comerciantes establecidos se han quejado ante las autoridades comunales por el aumento de la competencia desleal y amenazaron con dejar de pagar los impuestos. Ante esto, la Municipalidad incrementó los controles, pero ahora los ambulantes piden trabajar fuera del horario mercantil, para no perjudicar a los establecidos.