ESCUCHARInstalará dos bares más en el norte de la ciudad de Córdoba, los que totalizarán seis sucursales. Hay propuestas de otros barrios y del interior de Córdoba para franquiciar el modelo. La inversión inicial es de $450 mil.
Gold Café abrió su sucursal número cuatro en Córdoba, la primera en el microcentro de Córdoba y la única propuesta que aporta a la zona un estilo gourmet, tanto en su ambientación como en su carta de menúes y cafés.
Ubicada en la city cordobesa, en Rivadavia 74, la apertura ha sido recibida con mucha aceptación por los comensales, que degustan de sus platos tanto en sus mesas -hay 60 espacios- como en sus oficinas, gracias al servicio de delivery, según comentó a Comercio y Justicia Lucas Chaya del Pino, uno de los socios fundadores de Gold Café.
La empresa, que también distribuye café Bonafide a 400 bares de la ciudad, ya cuenta con tres bares gourmet en la provincia de Córdoba -uno en Nueva Córdoba, otro en Alta Gracia y el tercero en Almafuerte-.
Además del café premium, otros cuatro proveedores se encargan de brindar propuestas de alta calidad en materia de platos, comidas rápidas, pastelería y bebidas.
A este ritmo, el socio de Gold Café asegura terminar el año con seis locales, dos más en el Norte de la ciudad de Córdoba, con un grado de avance en la gestión de 50%. No obstante, el objetivo es cumplimentar la decena de aperturas, teniendo en cuenta las consultas que recibe desde distintos barrios de la ciudad y del interior de la provincia.
La apertura de un local de éstas características, sin tener en cuenta el acondicionamiento del inmueble, alquiler y comisión, demanda una inversión inicial de $450 mil, según precisó Chaya Del Pino.
Sobre la empresa
Junto a su socio Carlos Seleme, Chaya Del Pino está en el rubro de la gastronomía desde el año 2006. Al amparo de otras empresas del grupo, distribuyen café Bonafide, envasado y tostado, y comercializan máquinas expendedoras de café en comodato.
En la actualidad, el café que prepara Gold Café es importado -generalmente de Brasil- y tostado en Buenos Aires. La empresa proyecta la instalación de un tostadero propio, mediante una inversión que supera 150 mil dólares. En un predio de su propiedad de 300 metros cuadrados, ubicado en Alta Gracia, pondrá en funcionamiento una máquina tostadora cuyo único insumo necesario es el café crudo.
“Se coloca el café, se tuesta, pasa un proceso de enfriamiento y de ahí se almacena en tolvas. Luego se empaqueta, para lo que vamos a necesitar una máquina envasadora”, adelantó Chaya del Pino.
