Uruguay se sumará también a los países que importan el fluido, tendencia iniciada por Chile en 2009 con una planta en Quinteros.
Argentina, hasta hace poco exportador de gas a Chile, posiblemente ahora intercambie el producto con ese país, mientras construye estaciones de regasificación propias.
Hace dos años, el gobierno trasandino descubrió que era más caro comprar gasoil o fueloil que importar gas en barcos. Argentina acaba de llegar a la misma conclusión y firmó un acuerdo para instalar una terminal en Escobar, provincia de Buenos Aires, y aumentar la capacidad en Bahía Blanca. La semana pasada, el ministro de Planificación, Julio de Vido, viajó a Chile para tratar el tema energético.
El país trasandino construyó una gigantesca terminal que le permite prescindir de las compras en Argentina, sujetas a prolongados cortes durante el invierno. Invirtió mil millones de dólares en una planta capaz de regasificar hasta 20 millones de metros cúbicos diario que recibe en un muelle de 1.878 metros de largo. Se trata de la primera estación en su tipo en Sudamérica, aunque estas instalaciones existen en Europa. El presidente de Uruguay, José Mujica, anunció también hace unas semanas la construcción de una planta para diversificar su matriz energética local para consumo domiciliario y para producción de electricidad.
El Gobierno nacional busca -con esta solución- paliar la poca producción por la falta de inversión en los yacimientos locales -en franco declive- y un consumo cada vez más fuerte debido a la demanda industrial.
Alternativas
Los técnicos del Ministerio de Planificación estudian contrarreloj alternativas para cubrir casi un cuarto del consumo interno de gas con producto proveniente de ultramar que llegará al país por barco. El país necesita cubrir 30 millones de metros cúbicos que llegarán al país bajo la forma de GNL (gas natural licuado) que luego de un proceso de regasificación se inyectarán a los gasoductos. En los picos, el país consume en torno a 130 millones de m3 diarios, de los cuales siete millones llegan desde Bolivia. De Vido mandó analizar la posibilidad de elevar -de 10 millones de m3 diarios a 15 millones- la capacidad de regasificación de un barco anclado en el puerto de Bahía Blanca. Esta nave llegó en 2008 y está capacitada para regasificar y entregar el fluido para almacenaje. Se estima que esta operatoria significa para el Estado un desembolso cercano a US$ 400 millones anuales.
“Es una idea posible y razonable a la vez. También es cierto que es necesario hacer algunas modificaciones a las instalaciones. Se está estudiando”, reconoció una fuente del sector gasífero, con respecto a la intención de ampliar la capacidad en Bahía Blanca.
Los responsables serán la empresa estatal de energía, Enarsa, mientras que YPF, petrolera con mayoría de Repsol, se encargará de la gestión operativa. Estas firmas, a pedido del Gobierno, desarrollarán un nuevo proyecto para importar gas por barco hasta Escobar, aunque el lugar no pude recibir barcos de grandes dimensiones por lo cual los buques deberían fondear en San Clemente del Tuyú. A la importación de gas por barco se sumará en 2011 un eventual intercambio con Chile.