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“Estamos trabajando por las dudas”, insistió Euclides Bugliotti con relación a las reformas que avanzan en el Estadio Orfeo Superdomo para alistarlo a la final de la Copa Davis.
“Aunque todavía no podemos decir que es un hecho que se jugará en Córdoba, estamos intensamente trabajando con los ingenieros para llegar a las 12 mil butacas como mínimo”, expresó a Comercio y Justicia el presidente del Grupo Dinosaurio. Recordó que el estadio tiene capacidad disponible de nueve mil lugares.
Aunque la Asociación Argentina de Tenis (AAT) eligió el estadio Orfeo para jugar la final, que se disputará contra España del 21 al 23 de noviembre, la decisión definitiva, que está en manos de la Federación Internacional de Tenis (IFT), se sabrá en los próximos días.
Hasta el momento, se desconoce el posible valor al que ascenderían las entradas, como tampoco quiénes participarían como sponsors. Sin embargo, Bugliotti recordó que por convenio, dos mil entradas pertenecerían a la Asociación de Tenis Profesional (ATP), otras 1.200 a la Confederación General y mil entradas (pagas) a BNP Paribas.
Por otra parte, los empresarios hoteleros también abren el paraguas. Según precisaron, Córdoba cuenta con 18 mil plazas disponibles, además de las 195 habitaciones del Hotel Sheraton y Holiday Inn que se ofrecieron según solicitaron las autoridades de la Asociación.
¿Un negocio redondo?
Desde la Federación Española de Tenis estimaron que cerca de cuatro mil españoles estarían en condiciones de viajar a Argentina para alentar a Rafael Nadal.
Según cálculos de la Cámara Argentina de Turismo (CAT), un extranjero podría gastar entre US$ 180 y 200 por día, con lo cual, si se cuentan las cinco jornadas que duraría el evento, la competencia dejaría al menos cuatro millones de dólares en la plaza. Esto, sin contar las ganancias que obtendría el estadio anfitrión en concepto de entradas, consumo y otros.
Pero no todo queda acá, ya que la rentabilidad que puede dejar un evento de estas características no se mide sólo en dinero. Según los organizadores de la Copa Davis que se jugó en Sevilla, la ciudad tuvo un impacto económico de US$ 24 millones y una presencia mediática a través de 2.500 millones de espectadores.
