Jeff Bezos, el hombre más rico del planeta, concretó este martes el sueño de tripular su propia nave espacial y el mundo tuvo un pequeño adelanto de lo que podría convertirse en la nueva diversión de multimillonarios: flotar algunos minutos mirando la Tierra desde lo alto.
Durante poco más de diez minutos, el empresario estadounidense y los otros tres tripulantes -su hermano Mark, una aviadora de 82 años y un joven de 18-, cruzaron el límite de Karman, una frontera imaginaria que separa la atmósfera terrestre y el espacio exterior a bordo de la nave reutilizable, la New Shepard.
El vuelo duró poco menos de once minutos que se pudieron ver en BlueOrigin.com la compañía de Bezos.
La misión de Bezos se concretó después de que el fundador de Virgin Galactic, el magnate británico Richard Branson, realizó el domingo pasado el primer viaje de turismo espacial. Durante una hora, su cohete avión Unity, cruzó la frontera final del planeta con seis tripulantes a bordo.
Branson ya anunció que podría comenzar sus operaciones comerciales a principios del próximo año. Y ya lleva vendidos unos 600 billetes, según AFP, que costaron entre 200.000 y 250.000 dólares cada uno.