ESCUCHAREn Argentina el negocio del arte mueve cien millones de dólares por año, de los cuáles sólo el uno por ciento corresponde a Córdoba.
Muy lejos del ocho por ciento del PBI que representa la provincia para el país, y contrariamente a lo que se presupone, en la Docta la ciudad de la cultura- el arte no es aún lo sufiecientemente valorizado por los hombres de negocios.
Así, las transacciones de obras de arte en la provincia sólo facturan un millón de dólares por año, según señaló a Comercio y Justicia el especialista en la materia Ignacio Gutiérrez Zaldívar.
En la ciudad existen más de una decena de galerías que se dedican a la comercialización de obras, con precios promedios que oscilan los 3.835 dólares.
Los artistas cordobeses “más taquilleros” o de mayor volumen de ventas- que comercializan sus obras en Buenos Aires- son Carlos Alonso, Roger Mantegani, Miguel Angel Gudiño y Mario Sanzano, de Deán Funes.
Para Gutiérrez Zaldívar, que creó hace 30 años la primera “Galería Zurbarán” -dedicada a la compra y a la valorización del arte-, el mayor mercado está en Buenos Aires con el 90% de la facturación. Luego le sigue Rosario, que “triplica el volumen de Córdoba” con el tres por ciento de participación.
¿Por qué cree que Córdoba , caracterizada por su trayectoria cultural, está tan rezagada en materia de arte como inversión?
“Creo que los inversores prefieren comprar autos o lotes, nadie los convence del placer de comprar arte como bien de uso”, dijo Gutiérrez Zaldívar.
¿Cuál es el perfil del inversor que compra cuadros?
“Es variable, en principio el que compra arte tiene una sensibilidad especial. Por un lado, si no es el hombre, compra su mujer; por el otro, está el dueño de una colección de 200 cuadros que quiere mejorarla. El inversor de arte es el que logra satisfacción por adquirir ese bien de uso que luego puede colgar, contemplar. Hasta es una cuestión de prestigio”, respondió el profesional.
Rentabilidad
A diferencia de otras inversiones, la pintura tiene la ventaja de que se puede “disfrutar”, “contemplar” y a la vez ser adquirida como bien.
Hay ciertas pinturas, dependiendo de los autores, que se llegan a valorizar casi 70 por ciento en cinco años es decir, 15 por ciento al año.
Los “incrementos” dependen del juego de la oferta y la demanda. Siempre los Fader y los consagrados Gyula Kosice son los que se llevan los mejores valores y superan las estimaciones de ventas.
En ese sentido, Zurbarán ofrece un sistema de garantía al inversor que compra y que vende en la galería. En caso de no percibir mayores ganancias por valorización, “la única pérdida está sujeta al 0,25% de acuerdo a las letras del tesoro norteamericano”. Entonces, “disfrutar un cuadro de tres mil dólares durante los 365 días del año cuesta 75 dólares al año”, precisó Gutiérrez Zurbarán, quien se jacta de ser el promotor de arte de los argentinos.
En momentos de crisis los temores crecen y suben los precios en general. “Hay que comprar con audacia y vender con paciencia”, insiste el conocedor. En ese marco, asegura que “posicionar” al artista es la clave, para lo cual la fi
