Los menúes infantiles de las cadenas de hamburguesas Mc Donald’s o Burger King, que incluyen un juguete como regalo, no podrán seguir vendiéndose en la Capital Federal si prospera un proyecto de ley presentado por el diputado kirchnerista Juan Cabandié en la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires.
La iniciativa del jefe del bloque kirchnerista propone prohibir “la venta de menúes que estén acompañados de objetos de incentivo para consumo en todos los establecimientos expendedores de alimentos y bebidas” porteños. El borrador sólo exceptúa de la restricción los productos que contengan frutas y verduras o que no superen el nivel calórico recomendado por los expertos en nutrición. De esto se deduce que el proyecto va dirigido a ofertas de comida rápida, del tipo de los menúes infantiles con juguetes que representan a personajes de películas.
En marzo pasado, la Legislatura porteña había sancionado ya una ley que prohíbe cualquier tipo de anuncio en la vía pública que induzca a niños y a adolescentes a la compra de alimentos procesados hipercalóricos que los tiente con promociones de regalos, descuentos o sorteos.
“Vamos a combatir la comida chatarra que perjudica la salud de los chicos”, se entusiasma Cabandié, quien confía en conseguir los 31 votos necesarios en el recinto para que su proyecto se convierta en ley.
Bajo la idea de promover el hábito de la alimentación saludable desde la niñez, sus asesores se inspiraron en los modelos de San Francisco y Santa Clara, dos ciudades de los Estados Unidos que ya avanzaron con este tipo de restricciones al uso de juguetes como punta de lanza de campañas de marketing de películas y programas de TV que “encandilan” a los chicos pero que preocupan a los padres. Según confiaron fuentes de Mc Donald’s, una hamburguesa con queso que viene en la Cajita Feliz tiene 280 calorías; las papas fritas, 236. Sin embargo, con los aderezos y una bebida cola con azúcar superan ese límite.