El reclamo del bono de fin de año de los camioneros fue otro baldazo de agua fría para una actividad que enfrenta una crisis de años y que denuncia estar al límite. Los transportistas de carga asumen que no echarán trabajadores pero piden diálogo con los gremios y con el Estado sobre el sector
Por Javier De Pascuale – [email protected]
Con la negativa de la federación nacional de transportistas de pagar el bono de fin de año reclamado por el gremio camionero, se asoma sobre fin de año un nuevo conflicto en la actividad logística que arriesga con agravar la crisis en un sector que por estas horas no deja de reclamar la declaracion de emergencia del sector por parte de un gobierno nacional paralizado y a la espera hoy de las nuevas autoridades que desde mañana comenzarán a llegar a las oficinas nacionales.
Fue sobre el filo de la semana pasada que la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), que representa 80% del sector y es uno de los cuatro mayores dadores de empleo del país, informó que “ante la realidad grave de la economía”, solicitó nuevamente que se declare la emergencia del sector del transporte y logística, para de este modo convocar a una mesa de trabajo junto a autoridades y gremios que busque asegurar medidas de sobreviviencia para las empresas de una actividad que ya lleva años de una crisis sin fin.
Mantener las fuentes de trabajo
En medio de la ola de despidos que se registró en las últimas semanas en distintos sectores de la industria y los servicios, la federación dijo que “se privilegia el mantenimiento de la fuente de trabajo de miles de familias, ya que quienes integran nuestras empresas son fundamentales para la actividad”.
No obstante, por lo bajo reconocen que nada pueden hacer cuando una empresa se declara en crisis o decide abandonar la actividad.
“En el marco del reclamo publicitado por los representantes sindicales fuera de lo acordado en paritarias libres y vigentes, no negamos la necesidad sino que la gravedad de las circunstancias hacen imposible el pago” del bono, declararon las empresas transportistas agremiadas nacionalmente. Y fueron claramente explícitas sobre la gravedad de esas circunstancias: “Muchas de nuestras empresas enfrentan el abismo”, admitieron.
De paso, enviaron un mensaje al gremio camionero. “Por todo ello, mantenemos nuestra apertura el diálogo permanente y solicitamos a las autoridades sindicales nos acompañen en el reclamo de emergencia que nos ayudará a subsistir a todos, y no obstaculicen el poco funcionamiento que tiene el sector con medidas que, además, son cercanas al incumplimiento de la conciliación obligatoria dictada hace días”, explicitó el documento distribuido por Fadeeac.
Parálisis
“El parate de los dadores de cargas de diversos rubros, a causa de la recesión, nos lleva a situaciones insostenibles que impactan directamente en la economía de todas nuestras familias, trabajadores y empresarios”, advirtieron. Y agregaron: “Cuando la economía lo permitía, nunca negamos pagar una suma a fin de año, pero hoy, es imposible”, insistieron. “Sólo trabajar, y hacerlo juntos, llevará tranquilidad al sector y pan a la mesa de quienes estamos ligados al transporte y la logística. La discusión interna nos debilita”, instó la federación transportista.
El documento distribuido la pasada semana sigue a otro de fuerte tono divulgado durante la segunda quincena del mes pasado, cuando alertaron sobre que la actividad “pende de un hilo” porque día a día más empresas deben desprenderse de capital y de personal o directamente abandonar la actividad.
Debido al contexto recesivo, los aumentos de costos que el sector recibe no se pueden trasladar a tarifas por el desequilibrio que existe entre una oferta abundante y una demanda cada vez más restringida. Esto genera que se trabaje por debajo de los límites que hacen competitiva a la actividad e incluso a rentabilidad negativa, denuncian.