Compartir tiempo con la familia y planificar diversas actividades pueden causar emociones opuestas. Algunas estrategias a tener en cuenta
Por Luz Saint Phat – [email protected]
Llega esta época del año y muchas personas planifican distintas actividades con motivo de las celebraciones de Navidad y Año Nuevo o con el objetivo de cumplir las metas que se habían trazado en los primeros meses del año y que aún se encuentran lejanas.
Pero este apresuramiento de los tiempos que en ocasiones se experimenta en la temporada de fiestas puede causar emociones opuestas y derivar en estrés, según advierten distintos especialistas.
En este contexto, la Asociación Americana de Psicología (APA, por sus siglas en inglés) publicó una serie de recomendaciones que posibilitan regular la ansiedad y el nerviosismo propios de esta etapa del año.
Entre las principales, fortalecer vínculos y mantener expectativas realistas se constituyen como estrategias claves que se pueden implementar para vivenciar con más serenidad los festejos.
“La temporada de fiestas puede traer un mayor sentido de responsabilidad familiar y, junto con ello, sentimientos adicionales de estrés”, indicó la entidad en un comunicado, y advirtió que de esta manera “la publicidad referida a la alegría de estas fechas puede parecer lejana a medida que nos apresuramos a intentar hacer incluso más de lo habitual”, por lo cual “es fácil sentirse abrumado”.
Frente a estas situaciones, usualmente, se recurre a comportamientos poco saludables que tienen fuerte impacto en el momento y en días posteriores, “como el exceso de comer o beber para seguir adelante”, dijo APA, y agregó que “estas acciones no ayudan y con frecuencia nos hacen sentir peor”.
Sin embargo, precisó la entidad, pueden ponerse en marcha “técnicas mejores, más sanas y más duraderas que podemos usar para hacer que el estrés de las fiestas sea más manejable”.
En este sentido, destaca la importancia de los vínculos sociales. “Sabemos que las relaciones sólidas y de apoyo nos ayudan a manejar todo tipo de desafíos. Por lo tanto, podemos ver los días festivos como un momento para reconectarnos con las personas positivas de nuestras vidas”, precisó el texto. “Aceptar la ayuda y el apoyo de quienes se preocupan por nosotros puede aliviar el estrés. Ayudar a otros a menudo también nos hace sentir mejor”, afirmó.
Por otro lado, reducir las expectativas también es una opción válida para controlar los sentimientos de ansiedad, sobre todo de los chicos. “Es útil establecer expectativas realistas para regalos y actividades festivas. Dependiendo de la edad de un niño -recomendó APA-, podemos aprovechar esta oportunidad para enseñarle sobre el valor del dinero y el gasto responsable”.
Además, los especialistas sugirieron limitar también las aspiraciones de los adultos. “En lugar de asumir todo, necesitamos identificar las tareas más importantes y hacer pequeños pasos concretos para lograrlas”, aseveró el documento consultado.
En tanto, también es importante mantener una perspectiva a largo plazo. “Podemos preguntarnos ‘¿qué es lo peor que podría pasar este día festivo?’. Nuestros mayores temores pueden no suceder y, si suceden, podemos aprovechar nuestras fortalezas y la ayuda de otros para manejarlos. Habrá tiempo después de la temporada de vacaciones para hacer un seguimiento o hacer más cosas que hemos pasado por alto o que no tuvimos tiempo de hacer”, aconseja la organización.
Finalmente, el cuidado personal en distintos aspectos físicos como psíquicos debe continuar como guía durante esta época del año. ”Es importante que prestemos atención a nuestras propias necesidades y sentimientos durante la temporada de fiestas. Podemos encontrar actividades divertidas, agradables y relajantes para nosotros y nuestras familias. Al mantener sanos nuestras mentes y cuerpos, estamos preparados para enfrentar situaciones estresantes cuando surgen”, dijo APA, a la vez que sugirió disminuir el tiempo frente a dispositivos electrónicos y desarrollar actividades al aire libre. “La actividad física puede ayudarnos a sentirnos mejor y dormir bien, al tiempo que reduce el tiempo de sedentarismo y la posible exposición a anuncios publicitarios que inducen al estrés”.
ALIMENTACIÓN
La propuesta de la OMS para las celebracionesPor su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) también realizó sus aportes, en materia nutricional, para que las personas puedan mejorar sus hábitos y comportamientos durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
“Lo que comemos y bebemos puede afectar la capacidad de nuestro cuerpo para combatir infecciones, así como la probabilidad de que desarrollemos problemas de salud en el futuro, como obesidad, enfermedades cardíacas, diabetes y diferentes tipos de cáncer”, indicó.
En este sentido, la entidad sugirió cinco aspectos a tener en cuenta: comer una variedad de alimentos, reducir el consumo de sal, disminuir la ingestión en exceso de grasas y aceites, limitar la utilización de azúcar y evitar el consumo de alcohol.
Sobre este último punto, la OMS precisó que éste “no es parte de una dieta saludable, pero en muchas culturas, las celebraciones de Año Nuevo están asociadas con el consumo excesivo. En general, beber demasiado, o con demasiada frecuencia, aumenta el riesgo inmediato de lesión, además de causar efectos a largo plazo como daño hepático, cáncer, enfermedad cardíaca y enfermedad mental”.