Por Eduardo Santillo / [email protected]
El cooperativismo de trabajo asociado ha demostrado ser una alternativa eficaz para mejorar la salud mental de los trabajadores. Al ser dueños de su propia empresa y tomar decisiones de manera democrática, los trabajadores tienen mayor control sobre su trabajo y su vida laboral. Esto les permite reducir el estrés laboral y mejorar su calidad de vida en el trabajo.
El cooperativismo de trabajo asociado se ha convertido en una alternativa cada vez más popular en algunos países iberoamericanos, como España, Colombia y Venezuela [1]. Esta forma de cooperativismo no solo permite la flexibilización del trabajo, sino que también contribuye al bienestar de la salud mental de los trabajadores, reduciendo a cero el estrés al despido laboral, convirtiéndolo en un refugio sólido en un contexto como el actual en el que se despiden trabajadores de grandes empresas de a decenas de miles.
Según estudios científicos, el cooperativismo se ha constituido como un sector institucional estratégico para la economía popular y solidaria, y como un gran referente para el desarrollo económico y el fomento de la integración social contemporánea [2]. Además, la educación y formación de los asociados de las cooperativas son fundamentales para su crecimiento intelectual y el ejercicio de su trabajo.
El cooperativismo no solo tiene beneficios económicos, sino también sociales y culturales. La regla de oro del cooperativismo obliga a atender la educación de carácter general y la formación de carácter profesional. Cabe destacar también que el cooperativismo de trabajo asociado promueve la participación activa de los trabajadores en la gestión de la empresa. Al trabajar en conjunto y tomar decisiones de manera democrática, los trabajadores pueden compartir responsabilidades y apoyarse mutuamente, lo que contribuye a mejorar la relación laboral y el ambiente de trabajo. Al fomentar la educación y formación de sus integrantes, les permite crecer intelectualmente y mejorar en su trabajo. Esto ayuda a que la cooperativa sea más eficiente y sostenible, y a su vez contribuye al desarrollo económico y social del país. [3] [4].
La pertenencia a una cooperativa también puede ser beneficiosa para la salud mental de los trabajadores al generar un sentido de pertenencia y comunidad. Al trabajar juntos en una empresa que es de su propiedad, los trabajadores pueden sentir un mayor compromiso y motivación, lo que puede traducirse en una mayor satisfacción laboral y un mayor bienestar emocional.
En resumen, el cooperativismo de trabajo asociado no solo es una alternativa económica, sino que también puede contribuir al bienestar de la salud mental de los trabajadores al generar un mayor control y participación en la gestión de la empresa, alentar la colaboración y la comunidad, y reducir el estrés laboral. Por lo tanto, esta forma de colaboración puede ser una excelente opción para aquellos que buscan una forma de trabajo más satisfactoria y saludable. Esto lo convierte en una forma de colaboración estratégica para la economía popular y solidaria.
Fuentes consultadas.
[1]. Oxfamintermon
[2]. Unir
[3]. El País
[4]. Indeed