Por Luz Saint Phat / [email protected]
Los Juegos Olímpicos París 2024 pusieron en relieve la importancia del bienestar psíquico de los atletas. Algunas enseñanzas de un campo disciplinar que puede aportar mucho en el logro de metas personales y laborales
En el transcurso de los Juegos Olímpicos de París 2024 se ha puesto en relevancia importancia del bienestar psíquico de los atletas, como parte importante de su formación y preparación para el alto rendimiento.
De hecho, la increíble y talentosa Simone Biles -conquistadora de varios podios olímpicos en gimnasia– declaró la trascendencia de su terapia personal en sus logros, luego de su retirada en Tokio de 2020.
De esta manera, el trabajo de la psicología deportiva ha comenzado a tomar vuelo en todo el mundo, no solamente como una disciplina capaz de acompañar los procesos de quienes se dedican a la competición de alto nivel sino también para quienes desarrollan actividades deportivas amateur o incluso para lograr metas laborales y personales.
“Mientras que los entrenadores suelen centrarse en el aspecto físico del deporte, los psicólogos deportivos se centran en la mente de los atletas. Los psicólogos deportivos pueden ayudar a los atletas, tanto profesionales como aficionados, a alcanzar sus objetivos”, asegura el texto para luego precisar diferentes aportes que pueden efectuar los profesionales.
De hecho, la publicación destaca que los especialistas de este campo de la salud mental no sólo tienen injerencia durante la preparación y ejecución del deporte, sino que también las mismas estrategias pueden aplicarse para el trabajo o la vida personal.
En este sentido, se explica que técnicas como la relajación, los ejercicios mentales y la reestructuración cognitiva son útiles en el lugar del trabajo y otros entornos.
Así, la nota de APA, señala algunos puntos centrales en los cuales se trabaja con los atletas y que pueden servir para la vida cotidiana:
Mejora del rendimiento. La psicología deportiva enseña diferentes estrategias mentales como la visualización, el diálogo interno y las técnicas de relajación. Este tipo de labor permite a los atletas – y a las personas en general- superar obstáculos y alcanzar su mayor potencial.
Enfrentar presiones. Tal como sucede en diferentes aspectos de la vida, las personas que se dedican al atletismo también sufren las presiones del entorno (familiares, entrenadores, equipos) y las propias. Poder trabajar por sus objetivos aún con este contexto resulta clave.
Recuperación. Las lesiones suelen ser frecuentes en el deporte y el proceso de rehabilitación necesita constancia y compromiso. En esta línea, según indica la nota de APA, la psicología deportiva puede contribuir a tolerar el dolor y fortalecer la voluntad con el objetivo de que las personas puedan cumplir con los regímenes y los tratamientos indicados por los equipos médicos.
Disciplina. Competir en alto nivel o de manera amateur necesita sostener un programa de ejercicios permanente. “Incluso aquellos que quieran hacer ejercicio con regularidad pueden verse incapaces de lograr su objetivo. Los psicólogos deportivos pueden ayudar a estas personas a aumentar su motivación y abordar cualquier inquietud relacionada”, indicó el comunicado de la entidad que agrupa a los profesionales del campo de la salud mental en Estados Unidos.
Disfrute. Enseñar sobre la importancia de la diversión en las diferentes disciplinas es clave, sobre todo en el período de formación de niños y adolescentes, como un camino para la promoción de una autoestima saludable.
Estudios y atención plena
La relación entre salud mental y éxito deportivo es un tema de estudio desde hace varias décadas.
En su exposición, el especialista refirió un estudio en el cual participaron más de 200 atletas canadienses de los Juegos Olímpicos de 1984, quienes fueron evaluados según tres factores principales de preparación: mental, física y técnica. De estos tres ítems, sólo la preparación mental se “asoció significativamente” con el éxito en las competencias, según se precisó
“Dado que la creencia popular y la evidencia científica están en tal armonía, uno podría esperar que el entrenamiento mental sea una prioridad máxima dentro de la comunidad atlética. Sin embargo, curiosamente, este no es el caso”, afirmó Kaufman en ese momento, dando cuenta de todo el camino que quedaba entonces por recorrer en esta materia.
“Hemos conocido a muchos atletas y entrenadores que saben que los factores mentales, como concentrarse, relajarse y dejar ir pensamientos y sentimientos, pueden ayudar al rendimiento, pero no tienen idea de cómo hacer esas cosas bajo la presión del entrenamiento y la competencia”.
Por estas razones, el profesional desarrolló un programa junto a otros especialistas que permite mejorar el rendimiento basado en la práctica de la atención plena.
Básicamente, está técnica implica ser consciente del momento presente y vivir las experiencias sin oponer a ellas un juicio de valor.
“Cuando las personas pueden simplemente observar las experiencias ir y venir, en lugar de aferrarse a ellas y pensar demasiado, pueden cambiar intencionalmente su enfoque hacia su desempeño en lugar de distraerlas con experiencias negativas como la ansiedad” dijo Kaufman en aquella exposición.
Años después, esta técnica – que se conoce por sus nombre en inglés como mindfulness- es utilizada por varios deportistas e incluso es parte de los entrenamientos corporativos de líderes de empresas y organizaciones, ya que permite obtener altos niveles de concentración y mejorar el rendimiento.