Lo aseguró la especialista en el marco de una disertación que brindó en la Bolsa de Comercio de Córdoba, en la que procuró demostrar que las finanzas sustentables son un buen negocio
El compromiso ético y la rentabilidad en los mercados fue el disparador de la disertación que brindó Silvina Bruggia, directora de Market Development para Latinoamérica de Refinitiv, empresa global proveedora de datos e infraestructura de mercados financieros.
Invitada por la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE) y la Bolsa de Comercio de Córdoba (BCC), Bruggia se propuso demostrar por qué las finanzas sustentables son un buen negocio. En ese sentido, aseguró que “los conceptos de rentabilidad e impacto positivo pueden convivir en la misma ecuación”.
“El mercado financiero puede ser un instrumento eficiente de transformación”, indicó la especialista al tiempo que dijo que se está atravesando un proceso en el que las inversiones se miden desde otras dimensiones. Al respecto, explicó que las finanzas sostenibles tienen un triple impacto: el ambiental, el social y el de gobernanza.
En tanto, respecto de los motivos, aseguró que tienen que ver con cuestiones generacionales, de competencia y de regulación, como las fijadas por los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS).
En diálogo con Comercio y Justicia, Bruggia se explayó sobre algunos de estos conceptos.
-¿Cómo ve a Argentina en materia de políticas financieras sustentables, en comparación con el resto del mundo?
-En el mundo se están dando acuerdos, convenios, trabajos e integración entre lo público y lo privado. Creo que Argentina está progresando. Este año he visto muchos avances como por ejemplo el protocolo de finanzas sustentables que firmaron los bancos en julio pasado. La Comisión Nacional de Valores (CNV) tiene mesas de discusión donde también se encuentra el sector privado revisando estos temas, junto a la resolución general que lanzaron en 2018 sobre bonos verdes y bonos sociales. Hay muchas cosas que están pasando en el país y que están alineadas con lo que está pasando en el mundo, en cuanto a gestión y políticas públicas. Es un camino, falta trayecto por recorrer, pero entre las mayores regulaciones, las nuevas generaciones con mucho más interés en estas problemáticas y las empresas que empiezan a ver que esto es una oportunidad muy grande, ese camino que nos queda por recorrer puede hacerse más rápido.
-¿Faltan regulaciones en el país para que se desarrollen más las finanzas sustentables?
-No soy experta en materia de regulación. Creo que los marcos regulatorios pueden sentar las bases para un desarrollo sustentable, pero creo que sí se tiene mucho conocimiento de la regulación internacional y se trata de aplicar a las mejores prácticas.
-¿Qué beneficios les aporta a las empresas que sus finanzas sean sustentables?
-Lo que podemos demostrar es que las empresas que tienen políticas sustentables tanto con impacto positivo en el ambiente, o a nivel social o con claros objetivos en cuanto a gobierno corporativo, performan mejor, es decir, son más rentables que las empresas que no las tienen. El índice de Gobierno Corporativo que tenemos en Refinitiv, comparado con el S&P500, demuestra que siempre han performado por encima. También es importante tener en cuenta que las empresa, al evitar el riesgo reputacional, al incorporar tecnología, dan mucha más visibilidad y transparencia a sus acciones, con lo que disminuye la volatilidad del valor de esas compañías. Entonces, también vemos precios de las acciones más altos y también menos volatilidad.
-¿El impulso de las finanzas sustentables obedece a la llegada de una nueva generación?
-Sí, realmente hay una generación mucho más consciente de esta problemática, tanto de quienes están del lado de la empresa como de las que están del lado del consumo. El consumidor siempre empuja más a la empresa, pero claramente hay interés de ambos lados. También hay que tener en cuenta que del lado de la empresa, ésta no sólo se beneficia porque obtiene mayor rentabilidad, sino que las finanzas sustentables le ayudan también a fidelizar clientes y empleados. Como para que tengas una idea, 52% de los jóvenes de entre 18 y 24 años que tiene inversiones, lo hace en activos que cumplen con parámetros de sustentabilidad. Si eso cada vez cobra más importancia se genera un círculo virtuoso, es decir, me sumo y exijo al resto que lo haga ¿cómo? porque me relaciono con gente que lo hace, con proveedores que lo hacen, con consumidores que lo hacen y así otros se van sumando, aunque sea por competencia.