La empresa Magic Software Argentina (MSA) quedó envuelta nuevamente en un escándalo este domingo por las demoras y el mal funcionamiento de algunas máquinas de votación en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
La Boleta Única Electrónica (BUE) le costó a la CABA 29 millones de dólares. MSA se quedó con la licitación para las elecciones a jefe de Gobierno y autoridades locales.
La primera en alertar sobre las irregularidades del escrutinio fue María Servini, jueza federal con competencia electoral en la CABA, quien dijo que no pudo auditar de manera correcta el funcionamiento de las máquinas y que un perito advirtió que puede introducirse un “pendrive” en ellas. “He tenido que darles instrucciones a todos los delegados para que controlen el tema del pendrive que cambiaría la votación”, dijo.
La magistrada reiteró que hubo máquinas que no se pudieron probar y otras que no se pudo enchufar.
La Cámara Nacional Electoral se sumó a las críticas. Sostuvo que debió haber existido una mejor planificación del nuevo sistema, con un “exhaustivo e integral plan de auditorías”, y que “esas condiciones no fueron cumplidas por las autoridades electorales de la Ciudad al implementar el sistema en cuestión”.
Incumplimientos reiterados
Sergio Angelini y Alejandro Poznansky son los dueños de MSA. La primera elección que tuvieron a cargo fue en la provincia de Salta, donde hace más de una década Juan Manuel Urtubey presentó el sistema electrónico de votación, toda una novedad en ese entonces.
MSA es la dueña de las máquinas que utilizan los electores y tener esas máquinas en Argentina le da una enorme ventaja frente a otras empresas internacionales. Así se abrió paso en otros distritos.
Este año, MSA cumplió tareas en distintas elecciones en Argentina y en Paraguay. En Córdoba fue subcontratada por Ocasa para hacer el escrutinio provisorio, cuya lentitud causó quejas del oficialismo y de la oposición.
De hecho, el Tribunal Superior de Justicia de Córdoba sancionó a Ocasa con una multa de 739 millones pesos por los incumplimientos verificados durante el escrutinio provisorio.
Unos meses antes, en Neuquén, hubo denuncias contra MSA porque los candidatos de algunas ciudades no figuraban en las boletas.
En Paraguay, Paraguayo “Payo” Cubas había alertado sobre las máquinas de MSA y desconoció el resultado de las elecciones, en las cuales terminó tercero. Pocos días después fue detenido por “perturbación de la paz pública”.