ESCUCHAREs creciente el uso de la mensajería instantánea como elemento de prueba, tanto para que las partes en juicio fundamenten sus posiciones como para que los tribunales lo hagan con sus resoluciones. Avanza cinco casilleros. Los hackers demostraron que se puede cambiar el remitente, poniendo en dudas la autenticidad del mensaje y su validez como prueba. Vuelve ocho casilleros.
El abogado español Alonso Hurtado, entrevistado por Víctor Moreno para expansión.com, manifestó que el descubrimiento de esta vulnerabilidad de WhatsApp tiene importantes implicaciones jurídicas, pues demuestra que no existe ningún software infalible. Pero este hecho no provoca necesariamente que la prueba en sí no sea válida o que no sea admisible en un procedimiento judicial, ya que para ser admitida se deben garantizar cuatro requisitos indispensables en un informe pericial: la licitud, la autenticidad, la integridad y la claridad.
Se debe demostrar que se obtuvo lícitamente, sin vulnerar el derecho a la intimidad y el secreto de las comunicaciones; que es auténtica, demostrando la cadena de custodia y acreditando que no se produjo un hackeo; que se preservó su integridad, por lo que no sufrió modificaciones y, finalmente, presentar la prueba de manera clara y comprensible para el tribunal.
Moreno enumera ejemplos en los que juzgados españoles admitieron esta mensajería, como el juzgado de Ferrol, que condenó a un hombre a un año y nueve meses de cárcel por mandar más de 2.000 mensajes a través de la aplicación móvil a su ex pareja; el Tribunal Supremo se basó en las conversaciones entre los acusados vía WhatsApp en un caso de tráfico de drogas; y un juzgado de Vigo condenó a cuatro jóvenes que se dedicaron a amenazar y acosar a una antigua amiga durante un mes, enviándole mensajes vejatorios por WhatsApp.
Parecería que los informáticos quieren masificar el uso de la tecnología y, a su vez, alertar sobre sus debilidades y fallas. Quizás porque unos son los creativos y otros los reactivos. Lo cierto es que, en este zigzagueo entre la confianza y el miedo, el uso de la mensajería instantánea es un hecho objetivo e indiscutible, tanto con fines positivos como negativos.
El respeto de los cuatro pilares de licitud, autenticidad, integridad y claridad de la mensajería propuesta como prueba, será clave para lograr el éxito buscado y despejar las dudas por posibles vulnerabilidades del sistema.
* Abogado especializado en nuevas tecnologías / [email protected]
