En los fundamentos de la citación a juicio, el fiscal dejó sentado que la conducta desplegada por el policía Canovas Badra no puede ser entendida como un obrar culposo.
En ese sentido, se resaltó como agravante la formación profesional del imputado, que tenía “pleno conocimiento de las diferencias de cartuchos, su modo de utilización y su poder vulnerante”.
“Conocía el altísimo poder que tuvo en sus manos, con representación de las consecuencias eventualmente mortales que, sin embargo, menospreció y lamentablente sucedieron”, señaló Garzón.
El fiscal también hizo hincapié en la manera de ser del policía quien, según la pericia psicológica, tiene una personalidad “impulsiva y agresiva” si se lo expone a situaciones de tensión o estrés.