Un docente que acosaba a sus alumnas deberá cumplir tareas comunitarias

Además, tendrá que realizar un curso sobre violencia de género. La pena fue confirmada por el juez de Control y Faltas, Carlos Romero. El acusado daba clases de música

El juez de Control y Faltas N° 8, Carlos Romero, confirmó una resolución dictada por la Unidad Contravencional de Violencia de Género contra un docente de música que fue denunciado por sus alumnas de segundo año .

Luis Alberto Aguirre fue condenado como autor responsable de las contravenciones “molestias a personas en sitios públicos agravado por razones de género y por la minoría de edad de las damnificadas y los damnificados", y "hostigamiento, maltrato e intimidación agravados por razones de género", todo agravado por la calidad de funcionario público del imputado, en concurso real. Por esta calificación legal se le impuso como pena principal la sanción de 20 días de trabajo comunitario y como pena accesoria asistir a un curso educativo sobre violencia de género .

Según consta en la causa, el acusado hostigaba, maltrataba e intimidaba a los alumnos y alumnas del segundo año. Los hechos ocurrieron entre marzo y noviembre de 2019, de manera reiterada y continuada.

“C uando las jóvenes alumnas pasaban al frente del aula o se levantaban de sus bancos, les miraba los glúteos o los pechos de manera intimidante, invasiva, logrando con dicha actitud provocar rechazo, incomodidad y vergüenza . Asimismo, en otras ocasiones, el contraventor les miraba la boca a las alumnas, mientras hacía gestos lascivos con su lengua y sus labios como saboreando algo”, destacó la acusación.

Las alumnas también relataron que cuando el docente se acercaba al banco de algunas de las jóvenes o cuando éstas pasaban al frente del curso a dar una lección, “se aproximaba de tal forma a las mismas, con el propósito de lograr rozarlas y tener un contacto físico , pasando el brazo sobre el hombro o la cintura intentando abrazarlas, obligándolas a tomar distancia corporal para evitarlo”.

En otras ocasiones, en forma reiterada, realizaba comentarios despectivos en contra de personas homosexuales , generando molestias a los alumnos, relataron los testigos.

La resolución de la Unidad Contravencional de Violencia de Género fue apelada por el acusado por considerarla “arbitraria, contraria a derecho y carente de fundamentación lógica”. La defensa planteó que la decisión se limitó a citar normas generalizadas sobre el estigma de la violencia y la desigualdad de género y que los hechos que se le endilgan a su cliente “son difusos, genéricos, exagerados, distorsionan su labor docente y no pudieron ser acreditados”.

Con respecto al material probatorio recabado, alegaron que los testimonios de los alumnos demuestran “un discurso corporativo, pre-elaborado y sumamente encasillado y no reflejan exactitud, temporalidad, coincidencia ni veracidad”. Que la valoración de la prueba fue “arbitraria, inducida, viciada y sesgada”.

Agravado por su condición de docente

Pese a los planteos defensivos, el juez de Control coincidió, tanto en la calificación legal como en la pena impuesta al docente de música.

Al respecto, el juez aseguró que se pudo acreditar que Aguirre, en circunstancias en que se encontraba impartiendo sus clases, molestó a sus alumnas (les observaba la boca mientras hacía muecas lascivas con su lengua y sus labios, se les aproximaba con el propósito de rozarlas o tener algún contacto físico), afectando su decoro personal, pues las damnificadas declararon sentirse “incómodas, intimidadas, acosadas, nerviosas y avergonzadas ante tales actitudes”.

En contra del acusado y como una manera de analizar la veracidad de los testimonios, tuvo en cuenta que todo el alumnado, al tener que optar entre las materias de música -a cargo de Aguirre- y de educación plástica, se decidió por esta última opción para evitar las clases del contraventor.

“ La infracción bajo análisis se encuentra agravada por ser las víctimas mujeres menores de 18 años de edad, conforme consta en autos”, aseguró Romero. Agregó que las denuncias contra el docente “constituyen, además, actos de violencia contra las mujeres, en este caso menores de edad, por lo que merecen especial reproche de acuerdo a toda la legislación en la materia vigente a nivel local e internaciona l”.“A la misma conclusión se arriba si se tiene en cuenta que el contraventor es un docente, cuya misión y objetivo central es instruir y formar a sus alumnos no sólo en la asignatura que le compete sino también en valores y principios que hacen a la dignidad de la persona, aspecto este último que descuidó Aguirre claramente”, concluyó el juez de Control.