Ocurrió en Neuquén. Uno de ellos había denunciado al otro por amenazas. Intervino la Oficina de Mediación penal y tras un encuentro de dos horas dieron por terminado el problema.
El Poder Judicial de Neuquén otra vez “hizo punta”, esta vez en lo que se refiere a la posibilidad de implementar exitosamente la mediación penal en los contextos de encierro.
El caso involucró a tres internos de una unidad penal de Neuquén, quienes se pelearon y uno de ellos amenazó a otro con hacerle algo malo a la familia cuando saliera de la prisión.
El interno inició una demanda penal por amenazas, que estaba en curso en una fiscalía neuquina, pero el problema se resolvió en la instancia de mediación.
“Si bien existen programas de mediación, dentro de las cárceles se manejan internamente.
La diferencia de este caso es que había una causa penal y una fiscalía que investigaba por amenazas. Esto muestra que el diálogo es una posibilidad en todos los contextos, incluso en el encierro”, dijo en diálogo con el sitio Infojus Noticias Christian Nordenstahl, director neuquino de Mediación y Conciliación.
Cuando la causa por amenazas llegó al Ministerio Público Fiscal, intervino la Oficina de Mediación y Conciliación Penal. En una primera instancia, los mediadores Cecilia Basterrechea y el propio Nordenstahl hicieron entrevistas individuales a los tres involucrados, quienes después de conocer las características del proceso aceptaron la propuesta. Uno de ellos permanece detenido en la cárcel donde se originó el conflicto, otro fue trasladado a una unidad de detención diferente y el restante recuperó la libertad.
El encuentro fue en una unidad de detención y duró dos horas. Después de escucharse dieron por superadas sus diferencias y se comprometieron a tener una mejor convivencia.
Es la primera causa penal vigente que se resuelve, en el interior de una cárcel, con la intervención de mediadores.
“Por lo general los internos se separan y de esta manera se resuelven los conflictos. Lo que queda muchas veces en la nebulosa es qué pasa cuando quedan en libertad, porque con separar de unidad no se resuelve la raíz de los problemas”, dijo Nordenstahl.
La mediación y la conciliación son dos herramientas que comenzaron a utilizarse en el ámbito penal luego de la implementación del nuevo Código Procesal Penal en Neuquén, que entró en vigencia el pasado 14 de enero. Estas herramientas alternativas buscan restablecer los vínculos entre las partes sin la intervención directa de jueces o fiscales.
“Fue importante la articulación institucional para lo cual fue fundamental el apoyo de varias instituciones: las unidades de detención y sus respectivos jefes, la jueza de ejecución que autorizó el traslado, la empresa que le dio permiso a la persona que recuperó su libertad para concurrir. Es un éxito que personas que están privadas de la libertad apuesten al diálogo y decidan negociar, superando los códigos internos de las cárceles donde muchas veces no se resuelven las cosas hablando”, contó Nordenstahl.