El polémico juez confirmó el anuncio que hizo en marzo, mientras el Consejo de la Magistratura analizaba si le iniciaba un juicio político por mal desempeño.
Llegó a su final la carrera de Norberto Oyarbide, uno de los magistrados más polémicos del país. Tal como había adelantado en marzo, presentó su renuncia al Juzgado Federal Numero 5, mientras el Consejo de la Magistratura analizaba si le iniciaba un juicio político por mal desempeño.
En esa oportunidad, el funcionario, de 65 años, anunció que había iniciado los trámites para jubilarse.
Su decisión se conoció días después de que recibió la citación de la Comisión de Disciplina y Acusación del Consejo de la Magistratura.
Además, la novedad de ayer ocurrió en medio de la polémica por la causa que Elisa Carrió le inició a Daniel Angelici, presidente del club Boca Juniors, por tráfico de influencias. En el caso, que cayó en el juzgado de Sebastián Casanello, la dirigente sostiene que el presidente de Boca es un “operador” del Gobierno en la Justicia. En su planteo, Carrió sostuvo que Angelici le pidió a Oyarbide que dejarara su cargo.
Denuncias
Una de las últimas denuncias que salpicó a Oyarbide fue la motivada por su intervención en un allanamiento a una financiera, en 2013, luego de haber recibido un llamado telefónico de Carlos Liuzzi, entonces segundo de Carlos Zannini en la Secretaría de Legal y Técnica de Presidencia de la Nación. En sus 21 años como juez federal, Oyarbide acumuló escándalos y algunas de las causas más importantes de las últimas dos décadas.
En 2001, logró superar el juicio político iniciado en su contra por su presunta protección a una red de prostíbulos. Dos años antes se habían difundido filmaciones suyas en el local nocturno Spartacus.
En 2009 sobreseyó a Néstor Kirchner y Cristina Frenández en la pesquisa en la que se los investigaba por enriquecimiento ilícito. En 2010 fue denunciado por el entonces jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Mauricio Macri, por un supuesto plan negociado con el kirchnerismo para avanzar en su contra, en el expediente instruido por supuestas escuchas telefónicas ilegales.
En 2012 sobreseyó al vicepresidente Amado Boudou por presuntas irregularidades en las refacciones de su despacho en el Senado y meses después el diputado Claudio Lozano lo denunció por “cajonear” dos causas contra el entonces vicepresidente, por irregularidades cometidas cuando era titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses).
En 2013, Alejandro Fargosi, entonces integrante del Consejo de la Magistratura, pidió que Oyarbide fuese a juicio político por su accionar durante la investigación de la causa Sueños Compartidos, en la que la fundación Madres de Plaza de Mayo y los hermanos Sergio y Pablo Schoklender estaban acusados por el desmanejo de fondos para la construcción de viviendas. Luego, la Cámara Federal decidió apartarlo de la investigación.
El nivel de vida del magistrado llamó la atención de la Justicia y en 2014 el juez en lo Penal Económico Alejandro Catania inició una investigación por contrabando, luego de que se descubrió que ingresó sin declarar un lujoso anillo desde Uruguay. Oyarbide alegó que el anillo era alquilado. Una pericia determinó que costaba alrededor de 70.000 pesos y, luego de ese estudio, Catania decidió sobreseerlo.