La alzada precisó que el peligro en la demora está implícito en la posibilidad de que los fondos aplicados por la sociedad en calidad de reservas (es decir, utilidades sin distribuir) se direccionen a otro destino, con el riesgo para el accionista de perder el dividendo que le es propio.
El resto del contenido sólo es accesible para usuarios suscriptos al diario. Si estás suscripto, iniciá sesión con tu usuario/e-mail y tu contraseña.
O podés enviar una solicitud de suscripción desde aquí.