La causa Generación Zoe sigue sumando detenidos y se preparan las indagatorias para avanzar en la investigación, que ya suma 10 personas privadas de su libertad, entre ellos tres policías; además, hay siete prófugos.
Por orden de la fiscal de Villa María, Juliana Companys, fueron detenidas otras cuatro personas acusadas de los delitos de estafa reiterada y asociación ilícita y se concretaron otros siete nuevos allanamientos.
Los detenidos son Martin Pereyra, Juliana Bolea, Agustín Pereno y René German Udrizan; este último era una de las figuras más visibles en la oficina de Zoe de Villa María, en la que llegaron a trabajar 35 personas.
Días atrás habían sido detenidos Norman Próspero, Gabriela Fernanda Álvarez, Claudia Pereyra, Cristian Omar Delgado, Silvia Beatriz Luján y Gabriela Álvarez.
Próspero, quien fue detenido el pasado viernes en su departamento en Buenos Aires, ya fue trasladado a Córdoba. Según Companys, se sospecha que era el contador de Generación Zoe no sólo para los negocios de Villa María sino para todo el holding.
Próspero tiene antecedentes. Ya había sido requerido por la Justicia federal porteña, en una causa iniciada en 2010 por el delito de falsedad ideológica.
Prófugos
En tanto, se encuentran con pedido de captura Leonardo Nelson Cositorto, Maximiliano Javier Batista, Claudio Javier Álvarez y su madre Silvia Rosa Fermani, Silvio Eduardo Shamne, Ivana Analía Álvarez y Florencia Anahí Álvarez.
Autoridades judiciales y de organismos de seguridad creen que “Max” Batista, número 2 de Zoe en el ámbito nacional, se encuentra prófugo en Países Bajos.
En tanto, se sospecha que el CEO de Generación Zoe, Leonardo Cositorto, se refugió en República Dominicana, desde donde todas las noches continúa dando charlas por la plataforma Zoom y pidiendo 100 dólares a cada uno de sus seguidores para un “coaching íntimo”.
“No somos una institución financiera. Somos una organización con principios sólidos que nos permiten dormir en paz, a pesar de sufrir amenazas. Les pedimos a las personas que están ingresando a la comunidad que puedan ayudar a sostener a los que no pueden salir adelante y a nosotros que nos han bloqueado las cuentas bancarias”, dijo desde la clandestinidad.
Según su abogado, Guillermo Dragotto, Cositorto está dispuesto a presentarse a la Justicia y llegar a un acuerdo si se cumple una serie de condiciones.
“Desde un principio, cuando hace estos emprendimientos, lo hace desde la creencia de que es algo lícito. Porque si él creyera que es algo ilícito no seguiría haciendo Zoom, tratando de que lo entiendan que es lícito”, expresó Dragotto en diálogo con la prensa.
“Cositorto se quiere presentar teniendo de las garantías que va a poder defenderse libremente, sabiendo de qué se lo acusa, cuáles son los delitos por lo que se lo acusa, cuántas son las personas que se sienten damnificadas, cuáles son los montos, y así poder llegar a un acuerdo”, concluyó el letrado.
Generación Zoe es una organización que opera en el mercado hace unos cinco años. El negocio es presentado formalmente como una compañía de coaching y liderazgo que, además, ofrece paquetes educativos y hasta criptomonedas. En sus comunicaciones ofrecía retornos sobre la inversión con valores inéditos varias veces por encima de cualquier otro negocio conocido.
Una de las primeras alarmas la generó la ONG Argentina Bitcoin, que denunció a Generación Zoe ante la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac).
Además de la denuncia ante la Procelac, unos días antes, la Comisión Nacional de Valores (CNV) también había iniciado un sumario administrativo a la empresa Generación Zoe y a su titular, Cositorto, por la posible realización de oferta pública e intermediación irregular en el mercado de capitales.