El reclamo del damnificado en contra de la administradora de la empresa fue rechazado.
El tribunal destacó que el actor no aportó documentación que acreditara la innacción que le enrostró a los directivos
La Sala B de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil confirmó que la persona jurídica Lifratex Comercial e Industrial SRL es responsable por los daños y perjuicios derivados de un incendio en su establecimiento que se propagó al inmueble del actor.
En su fallo, la alzada destacó que el establecimiento fabril de la accionada carecía de los mínimos recaudos para evitar incendios y siniestros, con el agravante de que almacenaba y utilizaba materiales altamente inflamable.
El tribunal estimó, tal como hizo a su turno el a quo, que debía rechazarse el reclamo intentado por el propietario de la vivienda en contra de la administradora de la sociedad, toda vez que la inacción que le enrostró debió acreditarse mediante libros, actas de asamblea u otro tipo de documentos que evidenciaran omisiones en el tratamiento pertinente de asuntos relacionados con la compra de elementos peligrosos o la mala implementación de medidas de seguridad en las instalaciones de la empresa. “De otro modo, no se puede advertir con certeza si se concretó una conducta negligente (falta de injerencia) o si hubo una negativa por parte de los socios frente a ese tipo de iniciativas”, enfatizó.
Lucro cesante
La alzada le reconoció al damnificado más de un millón de pesos en concepto de perjuicio emergente; cien mil pesos por daño moral y cincuenta mil por lucro cesante.
Sobre el último rubro, plasmó que se establece casi siempre a partir de un razonamiento inferencial; esto es, sobre la base de la prueba de la actividad productiva que se desarrollaba, de las ganancias que así se lograban y del impedimento temporal para continuarla, de manera que ese proceso permita concluir que los beneficios habrían subsistido de no haber sucedido el hecho.
Si bien el accionante se quejó por el monto, la Cámara lo mantuvo, teniendo en cuenta que no dejó de obtener ingresos, ya que contrató los servicios a terceros para seguir vendiendo sus productos.