Siempre lo mejor para el niño

Declaran adoptable a menor cuya madre fue concluyente en que el niño así sea dado. El tribunal analizó los antecedentes y la firme decisión de la gestante para resolver eximirla de responsabilidad parental y garantizar el derecho del infante a vivir y crecer en un ámbito familiar amoroso y contenedor

El Juzgado de la Niñez y Penal Juvenil de Río Segundo declaró la situación de adoptabilidad de un niño sin filiación paterna acreditada, atento a la manifestación libre e informada de la mujer gestante de que sea adoptado, decisión tomada desde el embarazo y con posterioridad al nacimiento, en ejercicio de la autonomía de su voluntad y con el fin de resguardar los derechos del niño.

La jueza María Licia Tulián consideró probado que la situación familiar del niño no se ha modificado, ya que persisten los motivos que dieron lugar a la medida de excepción; esto es, que su progenitora mantiene su decisión de darlo en adopción y de no asumir el ejercicio de sus responsabilidades parentales. El equipo técnico de Unidad de Desarrollo Regional Río Segundo acompañó a la progenitora, sin que la voluntad de aquélla se modificara, todo lo cual fue corroborado por el informe psicológico.

Informe

Esa determinación materna se corroboró igualmente en el informe sobre el grupo familiar de la gestante, sumado al cuadro psicofísico de ésta, quien habría manifestado ideas suicidas y cursó un embarazo sin controles médicos.

Al momento del nacimiento del niño, la progenitora reiteró su decisión de entregarlo en adopción, se negó a que su grupo familiar se enterara del nacimiento y no aportó datos sobre sus familiares.

Así las cosas, la jueza advirtió que la voluntad y la decisión de la progenitora de no maternar al niño se ha mantenido invariable desde que tomó conocimiento de su embarazo y durante el transcurso de la medida excepcional, lo que habilitó la puesta en marcha de los mecanismos de protección de derechos del niño en un ámbito no familiar.

La magistrada valoró que si bien la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia

(Senaf) señaló que se intentó la búsqueda de otros familiares en condiciones de asumir la guarda del niño, con resultados negativos, y se entendió que frente a la voluntad de la progenitora estas acciones no resultan adecuadas.

Por otra parte, el tribunal analizó que si bien la progenitora dijo sentir culpa por esta decisión, expresó “que no es una mala madre”, encontrando que estos sentimientos no son incompatibles con su decisión libre e informada y que el proceso personal que esta opción le requiera ha sido abordado por ella en un espacio terapéutico profesional que fue sistemático y sostenido en el tiempo.

Aclaración

Sobre el particular, Tulián señaló que la necesidad de aclarar “que no es mala madre” se deba muy posiblemente a la fortísima incidencia de un estereotipo de género sobre la maternidad que impone a las mujeres una suerte de obligación de continuar con sus embarazos y de criar a sus hijos -a todos sus hijos- aun contra su voluntad de hacerlo, generando así formas de opresión que cercenan y limitan la autonomía personal y la posibilidad real y concreta de adoptar otros cursos de acción que se aparten de ese mandato; y que, además, en los casos que así lo hagan deban exponerse a reproches sociales y morales que implican un enorme costo a nivel subjetivo.

La juzgadora añadió que ello mucho menos habilita a efectuar ningún tipo de juicio de valor en términos de “bondad o maldad” de su decisión respecto del niño, a partir de una imagen estereotipada de lo que debe ser una buena madre, derivando que, en concreto, y a partir de su decisión, de manera responsable la gestante arbitró los medios legales e institucionales para resguardarlo y transitó los canales jurídicos previstos para ello.

Por tales razones, la jueza consideró que es imprescindible avanzar en pos de la alternativa legal que permita con la mayor premura, y de manera estable y definitiva, garantizar el derecho del niño a vivir y crecer en un ámbito familiar amoroso y contenedor, en el que pueda desarrollarse plenamente, atendiendo a la satisfacción de su interés superior, dando inicio de inmediato al procedimiento legal tendiente a ello.

Decisión

En virtud de ello, en el fallo se resolvió que corresponde declarar la situación de adoptabilidad y la consecuente privación de la responsabilidad parental que ejerce su progenitora y que hasta tanto se concrete el procedimiento de la guarda con fines de adopción, subsiguiente a la presente declaración en situación de adoptabilidad, la Senaf deberá continuar su intervención y acompañamiento en el presente caso, en la implementación de las medidas propias de protección y promoción de derechos, permaneciendo el niño bajo resguardo de una familia miembro del Programa Familias para Familias.

En consecuencia, el tribunal ordenó que deberá requerirse al Registro Único de Adoptantes remita en el término los legajos seleccionados a fin de proceder de inmediato al proceso de guarda con fines de adopción.