Un día como hoy de 1985, la Cámara Federal dio inicio al proceso contra los jefes militares responsables de la última dictadura, acusados de crímenes de lesa humanidad.
El 22 de abril de 1985, en el marco de la por entonces incipiente democracia argentina, la Cámara Federal inició el histórico juicio a los jefes de la última dictadura cívico-militar, acusados de perpetrar violaciones a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad, que terminó en diciembre de 1985 con la condena de varios de ellos.
Fue en la Sala de Audiencias de esa Cámara, presidida por un enorme crucifijo y un vitreaux con la inscripción “afianzar la justicia”, donde se inició el proceso con escasos antecedentes en el mundo.
El juicio se instruyó sobre los datos relevados por la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep), creada por el entonces presidente Raúl Alfonsín el 15 de diciembre de 1983, cinco días después de asumir, cuyo informe fue entregado el 20 de septiembre del año siguiente.
La investigación de la Conadep constató en 1984-85 la desaparición de “cerca de nueve mil” personas, precisó entonces su presidente, Ernesto Sábato, en el prólogo del libro que divulgó el informe final bajo el título de “Nunca Más”.
Además de recibir e investigar las denuncias de secuestros y otros crímenes de la dictadura, la Conadep aportó un modo de ordenar la acusación y las responsabilidades de la represión terrorista de Estado por centro clandestino de detención.
Este criterio de agrupamiento fue asumido por la Cámara Federal que juzgó las juntas y también por la Fiscalía, integrada por Julio César Strassera y Luis Moreno Ocampo, que concluyó su alegato final con la exhortación al “Nunca más”.
Integraban la Cámara Federal los jueces Jorge Torlasco, Ricardo Gil Lavedra, León Carlos Arslanián, Jorge Valerga Araoz, Guillermo Ledesma y Andrés D’Alessio.