Rechazan que se oponga el régimen de bien de familia a una deuda anterior

La Cámara 8ª Civil y Comercial de Córdoba confirmó la decisión que declaró inoponible la afectación de un inmueble al régimen protectorio de la vivienda, por tratarse de un acreedor de una causa anterior a la registración como bien de familia, en razón de la fecha del acaecimiento del accidente, causa de la obligación.

El tribunal integrado por los vocales María Rosa Molina de Caminal, Gabriela Eslava y Héctor Liendo analizó que la apelante pretendía que fuera la fecha de la sentencia la del nacimiento de la acreencia, en oposición a lo considerado por el a quo, quién la fijaba en la data del accidente de tránsito.

Al respecto, la alzada compartió la postura del primer juez, toda vez que el artículo 249 del Código Civil y Comercial (CCyC) apunta al hecho generador de la obligación y refirió al artículo 726 de esa norma, que ilustra: “ Causa. No hay obligación sin causa, es decir, sin que derive de algún hecho idóneo para producirla, de conformidad con el ordenamiento jurídico ”.

Así, se entendió que ello “ es un elemento esencial de la obligación, cuya inexistencia puede ser atacada procesalmente, pues falta el antecedente que determina su nacimiento, de allí que entendió que la obligación de resarcir derivada de la responsabilidad extracontractual tiene su causa fuente en el hecho generador de los daños, más allá de que dicha obligación sea una obligación de valor y por ende la determinación de su objeto se concrete recién al momento de dictar sentencia ”.

En esa dirección, la cámara señaló que “ así lo reconoce el propio ordenamiento civil y comercial al indicar en el artículo 1748 del que el curso de los intereses comienza desde que se produce cada perjuicio y por ende remite indirectamente a la fecha del hecho productor de los mismos, más allá de que en algunos rubros indemnizatorios deba estarse por ejemplo a la fecha de alguna erogación ”.

Asimismo, se valoró que la idea del artículo 249 CCyC es lo suficientemente clara: “ Efecto principal de la afectación. La afectación es inoponible a los acreedores de causa anterior a esa afectación ”.

El tribunal expuso que decir que veda la posibilidad de alegar la afectación, cuando el hecho antecedente que originó la obligación que ahora se reclama, se verificó previo a la anotación, coligiendo que esta solución “ es conteste con la idea de publicidad de la registración y por tanto la advertencia a los acreedores de la limitación patrimonial del propietario, quedando prevenidos a partir de allí de la inembargabilidad e inejecutabilidad del bien. Sin embargo, esta función respecto de los terceros no resulta lo fundamental del instituto, sino más bien la protección de la vivienda, pues si bien se encuentra regulado dentro del capítulo ‘Función de garantía’, la ley lo trata allí, especialmente para detraerla de la acción de los acreedores ”.

Hecho generador

En tal sentidos, la alzada señaló que, “ para establecer si la deuda es anterior a la inscripción debe estarse al hecho generador de la obligación, esto es, a la fecha del contrato o del hecho ilícito, en su caso, no resultando determinante la fecha del incumplimiento contractual, ni la de la demanda por indemnización de daños y perjuicios, ni menos la de la sentencia que condene a su pago ”.

En el caso, se precisó que el evento generador del daño que fundamenta la obligación de indemnizar acaeció el 4 de junio de 2016, “ fecha en la que el inmueble en cuestión, no se encontraba inscripto bajo el régimen, por lo que se considera que a los efectos de responder por la indemnización, integraba la garantía patrimonial del acreedor ”.

De ello se derivó que la interpretación del artículo 249 CCyC es acorde con el hecho de que la sentencia que pone fin al procedimiento, es meramente declarativa de aquella responsabilidad, sólo cuantifica los daños ocasionados para poder exigir su pago; prueba de ello es que el daño moral y material se indemnizan desde la fecha del hecho y los intereses se deben desde allí, y no desde el dictado de la sentencia.

Obligación

Por lo cual, la cámara concluyó que “ si no hay obligación de reparar sin daño, el hecho productor del daño es el motivo del nacimiento de la obligación, cuya cuantificación se determinará con la sentencia, así como también los sujetos legitimados para efectuar y exigir el pago ”.

A su vez, el fallo observó que “ las alegaciones efectuadas en torno a la situación de vulnerabilidad del demandado, puesto que lo protegido es la vivienda como institución, no el inmueble, ni a quienes los habitan en atención a sus condiciones particulares, por lo que ello puede servir para evitar la desafectación en todo caso contemplando el estado de sus ocupantes o beneficiarios, pero no para excusar la inexistencia de los demás extremos requeridos por la ley ”.

Por lo expuesto, el tribunal resolvió que correspondía rechazar el recurso interpuesto, confirmando lo resuelto en cuanto dispone la inoponibilidad de la afectación del inmueble en cuestión, respecto de la condena recaída en autos.