Lo decidió la Corte Suprema de Santa Fe respecto de un inmueble sito en el municipio de Zenón Pereyra, que se ve afectado por las desinfecciones que efectúa un productor rural en un campo lindero
La Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Santa Fe prohibió fumigar a menos de mil metros de una vivienda en la localidad de Zenón Pereyra, donde vive una familia afectada por la fumigación de un campo lindero.
La causa comenzó cuando Norberto Oscar Bassi y su hija, Estefanía, presentaron un recurso de amparo contra el propietario de un campo, el productor que lo arrendaba, la comuna y, subsidiariamente, el Gobierno provincial, porque estaban fumigando a metros de su vivienda con los herbicidas glifosato y 2-4 D; obviamente, el objetivo del recurso era “no enfermarse”.
La Corte rechazó así un recurso de queja interpuesto por la comuna y dejó firme una resolución de cámara del año 2020, en el que destacó que ninguna norma local puede reducir la distancia dispuesta.
“En base al principio precautorio, de prevención y progresividad ambiental, se debe hacer un ajuste de las distancias atendiendo a la abundante bibliografía internacional sobre exposiciones a los agrotóxicos y las consecuencias para la salud humana, animal y ambiental”, sostuvieron los jueces Daniel Aníbal Ebetta, Roberto Héctor Falistocco, Rafael Francisco Gutiérrez, Mario Luis Negri y Eduardo Guillermo Spuler.
Los supremos instaron a la comuna a cumplir con la llamada Ley Provincial del Árbol, número 13836, que estipula para los predios rurales, “de acuerdo a una categorización de los mismos, un porcentaje de superficie forestada con especies nativas, preferentemente”.
El fallo destacó que “hay otras técnicas agrarias, centradas en el cuidado del ambiente y las personas, con las cuales se puede sembrar y cosechar en la zona de exclusión fijada”.
Zenón Pereyra está en el departamento Castellanos, a 75 kilómetros de la ciudad de Rafaela y a poco más de 25 km de San Francisco, Córdoba. Es parte de la zona núcleo agropecuaria del país. En sus alrededores se produce soja, trigo y maíz. El primero de esos cultivos, sobre todo, se produce con la tecnología de variedades genéticamente modificadas para resistir herbicidas, entre ellos el glifosato.