La Justicia de Río Cuarto autorizó a una mujer víctima de violencia familiar a cambiar de residencia a otra provincia, junto a sus dos hijos menores de edad, pese a la oposición del padre. Para decidir así, se valoró especialmente que es la madre quien ejerce de manera unilateral el cuidado de sus hijos.
El Juzgado en lo Civil, Comercial y Familia de 5ª Nominación de esa ciudad, a cargo de la jueza Rita Fraire,tuvo por acreditado que, en el caso, existió y subsiste un contexto familiar caracterizado por la violencia y destacó que los hijos de la pareja sufrieron diversas agresiones del padre. Debido a las numerosas denuncias realizadas por la progenitora, el tribunal consideró la problemática familiar como de “alto riesgo”.
La magistrada ponderó que, en el actual lugar de residencia, la progenitora no tenía ningún referente afectivo. A la vez, señaló que el padre de los niños -que era oriundo de dicha localidad- ya no vivía allí. En cambio, consideró que la radicación de la mujer en su localidad de origen, junto a su familia, le permitirá contar con una red de apoyo y con mejores posibilidades laborales y habitacionales.
En su resolución, la jueza Fraire también tuvo en cuenta la opinión de los niños involucrados, quienes tenían registro del clima hostil que existía en su hogar y sentían “miedo” al referirse a su progenitor.