Planteo por violencia psicológica de género en un ámbito hospitalario

La jueza interviniente dio por acreditados los hechos relatados por la supuesta víctima y ordenó medidas para preservarla hasta su jubilación. También, la capacitación del presunto victimario [privado]

El Juzgado 5ª de Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar y de Género hizo lugar al planteo incoado por la víctima y declaró configurada una situación de violencia psicológica por cuestiones de género en el ámbito laboral al sostener que la conflictiva mantenida entre la denunciante -supervisora en la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN) del nosocomio- (aludido en la causa como “Hospital M.” y el denunciado -delegado gremial- se corresponde a una cuestión de discriminación por su condición de mujer.

La titular del juzgado Carla Olocco señaló que la presentación formulada por M. S. C. apuntó al pronunciamiento de una resolución jurisdiccional concluyente en el marco de este proceso incidental que declare si se ha configurado una situación de violencia psicológica por cuestiones de género en el ámbito laboral por parte de A. C. y, en caso positivo, se ordene la permanencia de la peticionante en su mismo espacio de trabajo conservando su cargo y remuneración, así como la realización por parte del denunciado de cursos especializados en la temática de violencia de género.

"La jueza extrajo que se observaron de parte A. C. la expresión de comentarios de descalificantes y disvaliosas hacia la actora, sobre la modalidad en que ésta accedió a su cargo (sin haber rendido un concurso, según los dichos de A. C.), y respecto de la vida personal de C., cuando emitió comentarios refiriendo que ésta era 'soltera'”.

Luego precisó que el punto neurálgico a resolver gira en torno a determinar si se ha acreditado que la conflictiva suscitada entre las partes, se corresponda con actos de discriminación mediante un posicionamiento de superioridad sobre M. S. C., por parte de A. C., basado en su género.

Así, al valorar la prueba rendida sostuvo la jueza que concluyen los testigos que no consideran que en la discusión que fuere origen de los presentes, A. C. haya tenido algún trato amenazante ni agraviante para M. S. C., como tampoco despectivo por su condición de mujer.

Empero, entendió la magistrada que esas declaraciones, al ser analizadas con perspectiva de género y cotejadas con las valoraciones expuestas por la interdisciplina, adquieren un matiz diferente; máxime teniendo en consideración que el examen del presente, por revestir la categoría de caso sospechoso de género, lo cual demanda un análisis integral en el que ocurrieron los hechos como también de todas las circunstancias que lo rodean.

En ese orden, del informe interdisciplinario la jueza extrajo que se observaron de parte A. C. la expresión de comentarios de descalificantes y disvaliosas hacia la actora, sobre la modalidad en que ésta accedió a su cargo (sin haber rendido un concurso, según los dichos de A. C.), y respecto de la vida personal de C., cuando emitió comentarios refiriendo que ésta era “soltera”, vinculando este concepto con condiciones personales que le harían dificultosa la conformación de una pareja.

También agregó el informe que, si bien lo observaron angustiado, no advirtieron una actitud de reflexión personal ni autocrítica por parte del A. C., quien en sus dichos interpreta que la denuncia no fue radicada en su contra exclusivamente, sino que se haría extensiva al sindicato al cual pertenece, valorando la denuncia como una afrenta sindical en la cual interpreta que la intención de las mujeres es “quitarles poder”.

Mirada

De lo cual la jueza sostuvo que de la mirada interdisciplinaria se colige la posición sostenida por M. S. C. durante la tramitación de los presentes, en cuanto a que la conflictiva mantenida con el denunciado se corresponde a una cuestión de discriminación, por su condición de mujer, como también por la superioridad jerárquica que ejerce.

Es así que sostuvo la magistrada que, retomando lo delineado en forma precedente al formular análisis de la prueba testimonial, la suscripta advierte que ciertas expresiones vertidas, tanto por las testigos como por el propio denunciado, resultan coincidentes con lo descripto por la interdisciplina en cuanto a la deslegitimación sistemática que formula A. C. con relación al rol de supervisora de la víctima.

En este sentido, reparó la jueza que la discriminación por cuestiones de género, no suele manifestarse en forma abierta y claramente identificable, es por ello que la doctrina habla de “expresiones invisibles de violencia”.

Prueba

Por todo lo cual la magistrada concluyó que de la prueba colectada en los presentes, se desprende sin hesitación que se ha configurado en los presentes una situación de violencia de género en el ámbito laboral en perjuicio de M. S. C. por parte A. C.

En definitiva, en el fallo se resolvió “ordenar la permanencia de la Sra. M. S. C. en el espacio laboral donde realiza sus actuales funciones, conservando su cargo jerárquico y remuneración, hasta que misma se encuentre en condiciones de acogerse el régimen jubilatorio. Ordenar la inserción del Sr. A. C. en programas educativos y/o reflexivos especializados en la materia de violencia de género, debiendo acreditar ese extremo en el plazo de 10 días, bajo apercibimiento de ley. Comunicar lo resuelto a la Dirección de Recursos Humanos del Hospital M. de Córdoba con copia certificada de las presentes actuaciones a sus efectos”.