La mayoría de los integrantes de la Sala II de la Cámara Federal porteña determinó que fumar marihuana continúa siendo un delito si afecta a terceros o representa un “riesgo a la salud pública”. Así, los vocales Horacio Cattani y Martín Irurzun, con la disidencia del magistrado Eduardo Farah, revocaron los sobreseimientos dictados por la jueza María Servini de Cubría.
Pequeñas dosis
A su turno, la fiscal Eugenia Anzorreguy de Silva, al sostener la apelación de la sentencia de primera instancia, opinó que la tenencia de estupefacientes, por pequeñas que sean las dosis , implica un hecho ilícito.
En esa línea, la mayoría revocó el sobreseimiento de un imputado que fue sorprendido mientras fumaba en una plaza, al estimar que su acción puso en riesgo la salud pública.
Además, Irurzun y Cattani mantuvieron los procesamientos de tres sujetos que fueron detenidos en el interior de un furgón de tren fumando cannabis, enfatizando que no compartían los argumentos esgrimidos por Servini de Cubría en cuanto a que el suceso trascendió la esfera privada de los implicados.
La a quo fundó su fallo basándose en el criterio sentado por la Corte Suprema en el caso “Arriola”, en donde se declaró la inconstitucionalidad del castigo penal de la tenencia de estupefacientes para consumo personal cuando ello no afecte a terceros ni genere riesgos ciertos a la salud pública.