Pese a la destrucción total del vehículo, el seguro del demandado debe pagar daños del siniestro

Ante el porcentaje del estrago del rodado, que suponía la cobertura de la aseguradora del damnificado, el accionado no demostró la existencia de esa situación

Al entender que la aseguradora citada en garantía por el demandado -Paraná SA- no acreditó que el automóvil del actor contara con seguro por destrucción total, la Cámara 8ª Civil y Comercial de Córdoba rechazó el recurso de apelación presentado por esa compañía, que argumentaba que, al haberse acreditado que los daños a repararse del automotor siniestrado superaban 80% de su valor, ello debía ser cubierto por el seguro del demandante.

El tribunal integrado por Gabriela Eslava y Héctor Liendo, al analizar la cuestión, indicó que el apelante aducía que le perjudicaba que se lo hubiese condenado a pagar el importe de los daños enunciados en la demanda porque ese valor ascendía a $109.580 y el del vehículo en plaza se elevaba a $120.000, por lo que, al estar el automóvil asegurado, ese importe configuraba destrucción total y debió haber sido cubierto por su propia aseguradora.

Peritaje

En primer lugar, en lo que respecta a los daños sobre el automotor, la cámara indicó que éstos fueron debidamente constatados por el perito mecánico oficial, quien estableció -por el peritaje y la inspección del vehículo Pickup Ford Ranger, así como por la muestra de las fotografías del siniestro-, que los perjuicios que presenta el automotor del damnificado se localizan en “elementos a cambiar: paragolpe delantero completo con alma, ambas ópticas delanteras, guardabarro delantero izquierdo, pasarueda delantero izquierdo, guardabarro delantero derecho, pasarueda delantero derecho, capot, bisagras y cierre cerradura, frente de chapa, radiador de agua, marco de radiador, encauzador de aire salida del radiador, electroventilador paleta viscosa, bocinas, bases–cedes de faro, ópticas, faros auxiliares antiniebla, punteras de chasis izquierda y derecha, parrilla rejilla frontal con logo, chapón cubrecarter, batería, toma de aire, recipiente líquido de freno, carcaza de filtro de aire, máscara – piel torpedo – tablero – guantera, parabrisas, radiador intercooler, juego de montantes de motor – caja (...) Partes a reparar y/o encuadrar: cabina-habitáculo y caja (montantes) encuadrar, puertas delanteras (izquierda-derecha) alinear, reparar techo con pliegue central, tren delantero, eje delantero reparación, alineado y balanceado de ruedas delanteras, desmontar y montar motor, comandos de cambios de marchas, caja de velocidad”.

Asimismo, respecto a los montos de la reparación de lo antedicho, a la fecha del peritaje, se señaló que, incluidos repuestos, mano de obra en chapistería y mano de obra en pintura, ascendían a la suma total de $109.580.

Argumento

En ese contexto, la alzada valoró que el argumento central del agravio bajo examen se basa en que el rubro no debió ser admitido porque los gastos de reparación del vehículo superan 80% del valor de plaza de éste, por lo que debió ser abonado por el seguro en concepto de destrucción total.

Sobre este tópico, los jueces destacaron que Paraná de Seguros no incorporó probanza alguna tendiente a acreditar el extremo alegado, esto es, la destrucción total, y que tal siniestro debería ser cubierto por la aseguradora de la contraria.

En el pronunciamiento se aclaró que, si bien obra en el expediente el certificado de cobertura del seguro emitido por Meridional Seguro SA, del cual surge que el vehículo pickup Ford Ranger posee “cobertura C- terceros completos- total”, no se ha acompañado a la causa prueba que permita inferir que la entidad efectuó el pago o reconoció e indemnizó la destrucción total del vehículo al asegurado.