Perención: fallo se aparta del precedente “Lousteau Bidaut”

Consideran que la cédula remitida por el accionante corriendo traslado del escrito inaugural del pleito constituye un acto impulsor del proceso que purga el plazo previo. [privado] Al apartarse de la doctrina fijada hace ocho años por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) en el precedente “Fisco c/ Lousteau Bidaut” -que permite plantear el pedido de perención de instancia como defensa, una vez notificada la demanda, pasado más de un año desde que ésta se interpuso- el juez Alberto Ramiro Domenech (4ª Nominación en lo Civil, Comercial y de Familia de Villa María) desestimó la solicitud de caducidad formulada por el demandado con base en dicha postura del Alto Cuerpo, por considerar que la cédula enviada por el accionante corriendo traslado del escrito inaugural del pleito constituye un acto impulsor del proceso que purga el plazo de perención transcurrido previamente. En sus fundamentos, el magistrado tuvo en cuenta que la nueva integración del TSJ “hace presagiar un cambio en las mayorías existentes en la Sala Civil y Comercial de dicho tribunal”, en virtud de lo cual se podría imponer la posición -entonces minoritaria- expuesta por Domingo Juan Sesin, que propugna que “el sólo cumplimiento del acto impulsor antes de denunciarse la caducidad priva al demandado de la posibilidad de hacerla valer con posterioridad, con abstracción de la circunstancia de que no haya consentido la reanudación del procedimiento”. En la causa, la accionada dedujo la petición de perención luego de recibir la primera notificación del juicio -que había sido iniciado hacía más de una año- con base en la mencionada jurisprudencia que el Máximo Órgano Judicial de la Provincia mantiene desde septiembre de 2007. El fallo dispuso rechazar el incidente de caducidad de instancia promovido, al estimar que “es claro que la notificación de la demanda verificada después de transcurrido el término de perención previsto por la ley pero antes de ser acusada por la parte contraria representa un acto de impulso procesal apto para rehabilitar ‘per se’ la instancia” y “según las precisas normas de los artículos 339 y 345 del Código de Procedimiento Civil y Comercial (confrontar ley 1419, artículo 1125) la caducidad de instancia (…)no puede ser declarada de oficio por los jueces, y la parte interesada sólo puede alegarla por vía de acción, no pudiendo ser opuesta en forma de excepción frente a los actos de impulso realizados después de transcurrido el plazo de la ley”. Además, el juez Domenech ponderó que “las leyes siempre deben interpretarse evitando darles un sentido que ponga en pugna sus disposiciones y cuando la ley emplea determinados términos es la regla más segura de interpretación la de que esos términos no son superfluos sino que han sido empleados con algún propósito, por cuanto, en definitiva, el fin primordial del intérprete es dar pleno efecto a la voluntad del legislador cuidando de no alterar, y de buscar en definitiva por vía de la interpretación, el equilibrio del conjunto del sistema”. Asimismo, el decisorio tuvo en cuenta que “la Sala Civil y Comercial del TSJ ahora se encuentra integrada por María Marta Cáceres de Bolatti, quien ya se pronunció en otros procesos a favor de la posición” que antes resultó minoritaria, por lo que “en la actualidad no se justifica el seguimiento del temperamento” sentado en la causa “Fisco c/ Lousteau Bidaut”. A su vez, el pronunciamiento recaló en que “si bien (…) evidentes razones de economía procesal aconsejan el acatamiento de la doctrina de la máxima instancia judicial provincial, el apartamiento de dicha doctrina por los tribunales inferiores resulta factible cuando se configuren razones justificadas para así proceder”, como las expuestas. Autos: “HOFFMAN, MARTIN C/ BENITO, SUSANA – EJECUTIVO” (Expte. Nº 1424787) [/privado]

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