Ordenan cubrir robo de un auto y pagar daño moral al dueño por obligarlo a litigar judicialmente

Al acreditarse que el silencio de Zurich Argentina Compañía de Seguros SA ante el reclamo del robo del vehículo del actor y dado que pese a las sospechas de la aseguradora sobre riesgo, ninguna prueba aportó al respecto, el Juzgado Civil y Comercial de 40ª Nominación de Córdoba la condenó por daño moral por obligar al asegurado a un peregrinaje judicial para obtener su resarcimiento.

El demandante accionó con base en el contrato de seguro al configurarse el riesgo previsto en la póliza de “robo/hurto total” sobre su vehículo, tal como lo denuncia y ante el reclamo de daños y perjuicios por incumplimiento contractual, Zurich Argentina solicitó el rechazo de la demanda, limitándose a esgrimir la inexistencia del robo invocado.

Ante esta defensa, previamente se analizó la tempestividad del accionar de la aseguradora, atento a que el accionante invocó que hubo aceptación tácita del siniestro.

En este escenario, el juez Alberto Mayda analizó que la circunstancia de que la aseguradora sospeche que no existió el robo y pudiera tratarse de una maniobra dolosa, no modifica que se denunció un hurto o robo total del rodado asegurado, por lo indicó que “ era necesario que se expidiera (aun rechazando la cobertura por entender que así correspondía), sin perjuicio de que tomara las medidas que estimara pertinente (realizara una denuncia penal, promoviera algún otro tipo de acción judicial, etcétera) ”.

Sin perjuicio de ello entendió que no puede dejar de señalarse que la postura defensiva asumida por la demandada (sosteniendo la inexistencia del hecho y sugiriendo hasta conducta dolosa del actor) no ha sido probada en autos.

En esa línea, el juez valoró lo actuado en sede penal, ya que los informes recabados informan que no existen filmaciones que evidencien el hecho pues la baja resolución de los registros no permite individualizar las personas intervinientes ni acreditar la versión de la aseguradora sobre la inexistencia del robo.

El magistrado indicó que la invocación de la inexistencia del hecho, no puede eximir la responsabilidad del seguro, porque “ resultaría muy simple subsanar una omisión de rechazo por la aseguradora y sus consecuencias jurídicas, alegando luego en el marco de un juicio que el hecho no existió, burlándose así la previsión del art. 56 de la LS ”.

Actitud

Mayda señaló que el asegurador no puede tener una actitud pasiva, “ puesto que se encontraba en condiciones de asumir todas las responsabilidades que impone la ley, solicitar información adicional, o hasta declinar la cobertura, siempre y cuando comunicara tal decisión en el plazo de ley ”.

De allí que se observó que si la demandada dejó transcurrir el plazo sin rechazar el siniestro por declinación de cobertura por inexistencia del hecho, como alegó, “ debe soportar las consecuencias que derivan de la norma ” y su silencio debe considerarse “ como aceptación ”, por lo que se ordenó la cobertura del siniestro.

En cuanto al daño moral, peticionado en $60.000, el sentenciante expresó que -conforme lo resuelto anteriormente- Zurich Argentina no cumplió con la obligación a su cargo de indemnizar al actor el perjuicio sufrido, quedando demostrada la necesidad del actor de demandar judicialmente para hacer valer su derecho y la consiguiente demora en satisfacer de su interés.

Por ello, se sostuvo que los hechos referidos en la demanda, acreditados en sede judicial, “ poseen virtualidad suficiente a los fines de producir en el actor un estado de desasosiego, preocupación y angustia, que excede las incomodidades que puede generar cualquier incumplimiento obligacional, máxime cuando se trata de un bien indispensable para satisfacer las propias necesidades y bienestar personal de la víctima ”.

Considerando lo expuesto, en el fallo, se consideró equitativo acoger parcialmente la pretensión por $30.000, por aparecer ajustada a derecho.

El tribunal agregó que dicho importe, actualizado, “ puede proporcionar al actor satisfacciones sustitutivas que le permitan paliar, de manera razonable en función de la entidad cualitativa del detrimento padecido (por responsabilidad de la demandada), el daño moral que ha experimentado, ya que con esa indemnización podría –por ejemplo- realizar un viaje placentero de fin de semana que le aporte esparcimiento y relajación, y en este supuesto, por tratarse de mora ex re, los intereses deben computarse desde la fecha de denuncia de la denuncia del siniestro (26 de marzo de 2017) hasta el efectivo pago ”.

El actor solicitó también que se imponga a la aseguradora daño punitivo por $300.000, en función de los hechos que dieron motivo al pleito. Al respecto, el magistrado sostuvo que “ los incumplimientos de la demandada hayan sido con el propósito deliberado de obtener un rédito o beneficio, ni que evidencien una conducta totalmente disvaliosa y altamente desinteresada de la integridad y dignidad humana ”, remarcando que como el rubro se trata de una sanción, debe ser analizado restrictivamente, por lo que en función de lo expuesto, en el fallo se resolvió que correspondía rechazar la indemnización peticionada.